Debido a la necesidad y en ocasiones a la falta de recursos monetarios, decenas de familias se ven obligadas a llenar cilindros de gas LP con lo que les alcance, sin embargo, está acción es sumamente peligrosa, si no se utiliza el material adecuado, alertaron autoridades.
Autoridades de Protección Civil recomiendan que únicamente sean llenados en estaciones autorizadas o bien, que cuenten con el equipo necesario.
Esta maniobra cobró la vida de una persona en 2017, precisamente en Mineral de la Reforma, en la colonia El Saucillo y en el 2016 ocurrió algo similar en Juan C. Doria, Pachuca. En Hidalgo hay aproximadamente 3 mil 343 estaciones de gas que abastecen principalmente a vehículos con este sistema de carburación, de acuerdo con la Comisión Reguladora de Energía (CRE) dependiente del gobierno federal.
También se indica que el gas carburante se consume más en casas que en vehículos, pues el 76 por ciento se utiliza para alimentos y bañera. En Mineral de la Reforma se encuentra la única planta autorizada para rellenar cilindros de gas LP, denominada Gas de Hidalgo.
Aunado a este establecimiento se encuentran las estaciones que despliegan pipas para abastecer en aquellos domicilios en los que se ha instalado un tanque estacionario.
Sin embargo, este mecanismo ha cambiado por la necesidad de las personas, pues quienes no cuentan con este tanque, solicitan a los despachadores de pipa les llenen cilindros de gas LP, acción cien por ciento peligrosa.
Daniel Corona, titular de Protección Civil en esta demarcación, aseveró que las pipas no cuentan con un sistema que permita llenar los cilindros, únicamente los tanques estacionarios, por ello, cualquier chispa o simple fricción puede causar una detonación.
En cuanto a este evento fatal, la pipa aún se encuentra retenida, pues la empresa responsable no ha cubierto la multa de más de 300 mil pesos aplicada por la autoridad competente.
No hay una numeralia exacta de cuántas personas rellenan sus tanques de forma clandestina, simplemente las autoridades exhortan a no realizar la actividad por el riesgo que conlleva.
“Es un acto de conciencia social, pues nadie puede impedir a la gente que compre solo 100 pesos de gas, por ejemplo, y en este sentido las estaciones cumplen con las herramientas para hacerlo prácticamente sin riesgo alguno, sin embargo, las pipas no”, añadió Corona de la Torre.
Apenas el año pasado fueron otorgados 123 permisos para vender gas LP en estaciones instaladas en Hidalgo.