En Huasca de Ocampo la alfarería es una tradición muy antigua, actualmente el municipio tiene registrados 11 talleres familiares, quienes realizan de manera manual y artesanal diversas vajillas de barro pese a que cuentan con maquinaria nueva no la utilizan.

Aproximadamente en cada taller trabajan de cuatro a tres personas, la mayoría de los artesanos alfareros están asentados principalmente en el Barrio La Palma. No obstante, también en este primer pueblo mágico hay artistas que trabajan la piedra volcánica para los molcajetes y artesanías de madera, bordados y textiles.

Aunque hace aproximadamente cinco años tuvieron el apoyo de Fonart (Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías) para la adquisición de equipamiento, el cual les facilita realizar los trabajos de alfarería, resultó una desventaja para los artistas y continuaron con la tradición artesanal, informó el director de Turismo y Cultura, Arturo Copca Becerra

“Se les proporcionó un horno de gas, los artesanos manifestaron que gastan más y que no quedan como a ellos les gusta, siguen utilizando el horno de leña. También, tiene un molino, aunque refieren que queda fino, tampoco les gusta prefieren usar la piedra”, explicó.

Debido al número de talleres, Copca Becerra, señaló que una de las problemáticas que persiste, es que las nuevas generaciones no quieren aprender el oficio, por ello buscan fomentar esta tradición milenaria.

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A través de algunos programas de gobierno del estado, donde los invitan a algunas exposiciones, es como promueven el trabajo de los alfareros, asimismo, varios de los artesanos cuentan con sus puntos de venta en el centro de Huasca.