Alfonso Zayas, nacido en Tulancingo, organizaba una “Lluvia de estrellas” con los actores de su generación para dar un gran show a los Tulancinguenses, comenta Enrique Olmedo, amigo y compadre del actor fallecido el pasado jueves. Sin embargo, añade, fue la pandemia la que retrasó este proyecto que inició a sus 79 años de edad, y aún esperaban que, para el mes de diciembre, se les facilitará la realización del evento, pues planeaban hacerlo masivo y con entrada libre.
Enrique Olmedo recuerda como el actor narraba del por qué era un ciudadano Tulancinguense. Los padres de Alfonso eran actores y en el año de 1941, durante una gira artística en las carpas por toda la república, su madre se encontraba embarazada. Estaban justo en el valle de Tulancingo cuando dio a luz al tercer miembro de la dinastía Zayas Inclán, Juan Alfonso Zayas Inclán.
Comenta que a pesar de no haber radicado en la ciudad ni conocer sus calles y tradiciones, el famoso actor del cine de ficheras era fan y degustaba de la comida de la región; de los productos que se venden en el tradicional jueves de plaza y los lácteos que se producen en los municipios vecinos.
Precisamente era Enrique Olmedo el encargado de proveérselos. Olmedo no descarta realizar un homenaje para Alfonso Zayas, en Tulancingo, ciudad que lo vio nacer. Sería en colaboración con su comadre, hoy viuda, y bajo el permiso de La Asociación Nacional de Actores (ANDA) y el gobierno del municipio que podría efectuarse.
Enrique explica que el actor siempre se sintió orgullo de ser “Tuleño”, término que aunque suena a albur, el actor utilizaba para referirse al gentilicio de “Tulancinguense”. Y aunque Olmedo le corregía, Alfonso Zayas le respondía: “Discúlpame, ya sabes que soy pendejo”, frase que sacaba a relucir la picardía del actor. Finalmente, luego de descartar que el deceso del reconocido actor fuera por Covid-19, adelanta que su compadre será sepultado en la tumba de sus padres, a petición en vida del propio Alfonso Zayas.