Algunos esperan en el piso, ante la falta de camas en IMSS

“Había gente que me tocó ver, cómo esperaban una cama para ser atendidos, ahí en el suelo”

Concepción Ocádiz

  · martes 26 de enero de 2021

Su única compañía para algunos pacientes, es su tanque de oxígeno a un lado, mientras esperan una cama | CORTESÍA ENTREVISTADA

“Mi madre no fue recibida en el IMSS de Tulancingo, porque los médicos dijeron que no había lugar”, comenta una mujer que confiaba en que la aceptaran, porque llevaba a su mamá, con una crisis de no poder respirar. Pero, antes de la respuesta, añade, tuvieron que esperar por casi cinco horas afuera del área Covid.

“Cuando llegamos al Seguro Social con la esperanza de un espacio y que nos contestaran los médicos que siempre no había espacio, sentí que el mundo se me venía encima”, añade Guadalupe, vecina de la región.

Pasó mucho tiempo para que le dijeran los médicos que no podían hacer nada, que no había camas disponibles: “Me comentaron que lo viable era esperar por si alguna se desocupa”

Dice que no hay camas en el IMSS. Y a los enfermos de Covid los tienen en espera en el frío: “Así los tienen, si cuentas con tanque de oxígeno se lo pones y si no así tienen que sobrevivir. A mi mamá lo único que le hicieron fue tomarle la prueba que salió positiva, se les demostró que saturaba muy poco, y nos dieron papeles para llenar, pero pasaron horas y nada. Finalmente nos respondieron que no había espacio. En el pasillo de esa área, no hay nadie responsable. No entiendo por qué nos tienen en espera si no los reciben; es una impotencia tremenda la que uno siente al no ser atendido”

Narró que fue hace apenas unos días de esta experiencia, cuando trasladaron al IMSS a su mamá en ambulancia, porque presentaba muy baja saturación, poco menos de 70 cuando lo normal es de 90 para arriba. No podía respirar, por lo que pidió apoyo a un cuerpo de emergencia para que la trasladaron al IMSS, y ahí estuvieron desde 7:30 de la noche hasta casi la 1:00 de la madrugada, con un pequeño tanque de oxígeno que había conseguido.

“Mi madre corrió con suerte de no pasar frío en el piso, estuvo todo el tiempo en la ambulancia, pero había gente que me tocó ver en el área anexa que adaptan en la parte de atrás del Seguro Social en Tulancingo, cómo esperaban una cama para ser atendidos, ahí en el suelo”

Algunos estaban solos, en cambio para otros, su única compañía era su tanque de oxígeno a un lado: “No hay la capacidad de atención o por lo menos alguien que te oriente qué hacer. Tuve que regresar a mi madre a la casa ya en la madrugada, y vigilar sus signos, hasta ahora sigue así delicada, porque no hay camas, y no sé para cuántos más pueden estar en las mismas condiciones que ella”

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