El Carnaval de Santa Ana Hueytlalpan en Tulancingo, es toda una tradición. Comienza con la música, refiere Celestino Palma Tienda, quien crea la música con tambor y flauta.
En esta fiesta, donde huehues y damas bailan al compás de lo que él por muchos años ha creado.
El evento pudiera tener más de un siglo de realizarse, dicen los entrevistados dedicados a la organización, que se espera congregue a poco más de tres mil asistentes en esta edición.
Acompañado de Luis Alberto Palma, representante indígena ante el Cabildo de Tulancingo, narra, que el tambor es el símbolo de la costumbre arraigada en esta comunidad otomí, donde los días de carnaval bailan-corriendo y se van turnando para cargar el infaltable “torito”.
El “ornamento” previamente fue elaborado con petate (el cuerpo del animal), y al que le ponen madera o cartón simulando su rostro.
Lo colocan sobre la cabeza de los danzantes y así avanzan por las calles de esta comunidad, antes de visitar cada uno de los seis barrios (La Raya, La Ciénega, Tecocuilco, La Palma, Atlalpan y La Luz), se congregarán en el centro, para luego por espacio de una semana, estar de fiesta, la cual iniciará el 23 de febrero.
Este año, dijeron, el carnaval se realizará en un terreno atrás de la iglesia de la localidad para dar cabida a cientos de pobladores de los seis barrios que confluyen, además de los visitantes que tienen por costumbre acudir cada año.
Autoridades locales comentaron, que tan solo en su día de apertura este carnaval representa derrama económica superior a 1 millón de pesos con beneficio directo a pobladores y unidades económicas Santa Ana Hueytlalpan.