Después de las fiestas tradicionales que inician el 16 de diciembre con las posadas, ahora se prepara la última fiesta que será el 2 de febrero: Día de la Candelaria, fecha en que se viste al Niño Dios.
Quienes pusieron Nacimiento ya comienzan a levantarlo y a cotizar los trajes con que vestirán a su Niño Dios para arroparlo y entonces lo vestirán.
Los precios oscilan entre los 300 y 2 mil pesos o más, según la tela y los accesorios.
El antecedente de esta tradición data del siglo VI, cuando se comenzó a celebrar la Fiesta de la Purificación de la Virgen María y se presentaba al Niño Jesús en el templo de Jerusalén, la cual que se extendió luego a los países del Medio Oriente, luego llegó a Roma, donde pasó a formar parte de la letanía.
Para el siglo IX se le agregó la ceremonia de bendición de las candelas, palabra de donde se deriva la fiesta del Día de la Candelaria.
En este día igual se acostumbra que a quien le salió el niño oculto en la recién partida Rosca de Reyes, haga una fiesta con tamales y atole.
La tradición tiene raíces prehispánicas y todavía en algunas etnias de este país donde se hacen rituales especiales, como la de llevar sus mazorcas y elotes a bendecir, lo que augura prosperidad en el ciclo agrícola que inicia.
El 2 de febrero coincide con el undécimo día del primer mes del antiguo calendario azteca, según Fray Bernardino de Sahagún.