Carlos y Diego, vecinos de la Colonia Centro de Tulancingo, son dos pequeñines de siete y ocho años de edad, quienes desde hace poco más de una semana, están bajo el paro laboral de sus “profes” como ellos los llaman, pese a la edad que tienen, ambos aseguran conocer el motivo del paro, y aunque extrañan las clases, dicen ya estar acostumbrados a las “vacaciones”.
Carlos, el más pequeño, dijo que estaba entusiasta de poder regresar a clases este enero, que aunque son en línea, ya está muy familiarizado con la forma de trabajo. Incluso mencionó que se sentiría nervioso de ir a la escuela, pues disfruta tomar clases en su sala. Respecto al paro de labores como forma de protesta que realizan integrantes del SNTE, expresó con preocupación: “Mi mamá dice que no les han pagado a los profes; eso está mal. ¿Cómo van a comer?”.
Diana Cruz, mamá del pequeño Carlos, mostró su disgusto ante el paro de labores, argumentando que el rezago de los niños es cada vez más grande y la falta de clases será casi imposible de resarcir, lamenta que se perjudique la educación de los chicos y su desempeño.