Con una tradición que se remonta al menos 30 años atrás, hoy iniciarán las posadas decembrinas comunitarias en Acatlán, fiestas que duran nueve fechas y que congregan de 100 a 150 personas por noche.

En este sentido, la primera de la temporada corre a cargo de comerciantes del pueblo, trabajadores del mercado y hasta ambulantes.

Además de la vendimia, ellos ofrecen tamales, ponche y los infaltables aguinaldos para niños y niñas, los principales protagonistas de la fiesta religiosa.

En torno a la celebración, todo inicia cerca de las siete de la noche, cuando al ritmo de la clásica letanía "Os pido posada" se recorren las inmediaciones de la iglesia de San Miguel Arcángel (patrono de la cabecera) cargando las imágenes de María y José.

Estas acciones son principalmente realizadas por niños, quienes también pueden llevar velas o luces de bengala. Una vez que se completa el recorrido y se da acceso al templo, se reza un rosario y finalmente se les pide a infantes formarse para recibir dulces.

Además, se usa el auditorio municipal como sede de la repartición de alimentos y bebidas calientes, que de acuerdo con habitantes, puede acompañarse de música en vivo dependiendo quién organice la velada.

Este año, la gran apertura será obligación de comerciantes; en días siguientes, tanto funcionarios públicos como médicos, queseros, entre otros grupos de relevancia para la región, también se suman a la organización de una fecha. La última se lleva a cabo el día 24, cuando se dedica al niño Jesús.