La venta de pulseras de chaquira, anillos, collares, blusas bordadas y demás artesanías, son el sustento de personas procedentes de Acaxochitlán, quienes buscan comercializarlas en Tulancingo.
Integrantes de la familia Hernández dijeron que en su comunidad, Chimalapa, desde pequeños aprenden a bordar, pues es la manera de subsistir de los grandes, por lo que también han enseñado a sus hijos este oficio.
Mencionaron que las ventas han bajado debido a la pandemia, pero al menos sale para llevar la comida a casa y se llegan a apoyar del campo.
Mencionaron que el elaborar una pulsera, les lleva alrededor de 40 minutos, pues ya tienen habilidad para combinar colores y crear figuras.
En tanto que en bordar una blusa pueden tardar dos o tres días, depende la cantidad de puntadas que conformen los diseños, y estas prendas las ofrecen a partir de 200 pesos, según lo elaborado. Las blusas y vestidos pueden llevar bordado de punto de cruz o el conocido como tenango, que es más caro, concluyeron.