Será la tarde de este viernes 26 de mayo cuando el monseñor de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez, tome un vuelo directo que saldrá con Aeroméxico en dirección a Roma, específicamente a la Ciudad del Vaticano como parte de la visita Ad Limina en donde se entrevistará personalmente con el papa Francisco.
Acompañado de varios feligreses de Tulancingo así como los obispos de las Diócesis de Tula, Juan Pedro Juárez; y de Huejutla, José Hirais Acosta, el arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo encabezará dos misas en la basílica de San Pablo frente a otros 36 obispos del centro de México adscritos a las provincias de Guadalajara, Hidalgo, México, Puebla y Morelia.
Aunque la agenda específica se mantiene de carácter privado hasta el regreso de monseñor en la primera semana de junio, en exclusiva contó previamente a El Sol de Hidalgo que sus actividades eclesiásticas empiezan el día 29 de mayo y que el 2 de junio sostendrá una conversación con el Papa Francisco. En este encuentro, rendirá "cuentas" al Santo Padre sobre el estado que guarda la Arquidiócesis en la región.
"Él y yo estamos en constante comunicación y no tiene mucho que hablamos del tema de la inseguridad. Él sabe cómo está la condición. (...) La reunión es para rendir cuentas de la situación de la Arquidiócesis, somos una de las 19 que hay en México y de eso se trata la entrevista que tendré con él", detalló el clérigo.
"La última Ad Limina fue en 2014, y aunque debe realizarse cada quinquenio (5 años), la Iglesia de México volverá al Vaticano después de una pandemia y los efectos, de todo tipo, que dejó el Covid-19", enuncia un comunicado compartido por la Arquidiócesis de Tulancingo.
Con el firme propósito de "volver al lugar de los apóstoles de Jesús", la visita Ad Limina consiste en un evento importante al interior de la vida eclesiástica del mundo, pues es cuando los obispos acuden en conjunto al Vaticano para recorrer los sepulcros de San Pedro y San Pablo, para además rendir el informe actual de cada diócesis del país.