El Instituto Hidalguense de las Mujeres (IHM) trabaja con un modelo de atención para mujeres que se encuentran recluidas en los Centros de Reinserción Social (Ceresos) en la entidad.
Este modelo busca no sólo dar atención psicológica y social a las reclusas, sino también llevarlas a una reinserción para que no se encuentren inmersas en entornos violentos.
La directora del IHM, Bertha Miranda Rodríguez comentó que este modelo no sólo abarca a las mujeres, sino a los hombres que se encuentran recluidos Dijo que en 2022 con recursos federales, por medio de los Centros de Desarrollo para las Mujeres en Mixquiahuala se hizo una primera intervención con 12 mujeres.
Comentó que se busca dotarlas de herramientas para que tengan autonomía económica y facilitarles los procesos de empoderamiento. Las facilitadoras trabajan con el modelo para identificar primero como está la construcción social, roles y estereotipos que ponen en desigualdad a hombres y mujeres que generan situación de riesgo.
La funcionaria estatal dijo que se trabaja la parte de la sensibilización, el conocimiento de sus derechos en cuanto al acceso a la salud sexual y reproductiva. Comentó que, al concluir con el módulo de sensibilización, se trabaja en la potencialización de las acciones para la autonomía económica, ya que dentro de los Ceresos realizan diversas actividades de capacitación para que cuenten con recursos económicos.
“Este proceso es importante porque no solo se trabaja con las usuarias, sino que se mezcla a sus familias, ya que son ellos quienes a través de exposiciones pueden vender las manualidades como bolsas, cuadros, productos de madera y juegos didácticos, entre otros”, aseveró.
Informó que durante este año, el Instituto Hidalguense de las Mujeres diseña un modelo de intervención, no sólo para Mixquiahuala, sino ahora en Pachuca, Tula y Tulancingo.
Tan sólo en el Cereso de Pachuca ya se trabaja con 51 mujeres y 167 hombres, así como con los servidores públicos, ya que son ellos, quienes deben replicar el modelo en cada uno de los centros, a quienes se les sensibiliza para identificar prácticas violentas.