Aumenta la violencia en el noviazgo

Ignacio García

  · sábado 27 de noviembre de 2021

La especialista dijo que las agresiones se presentan en diferentes lugares / BLANCA E. GUTIERREZ

La violencia de género en el noviazgo se incrementó en Hidalgo durante la pandemia de Covid-19, problemática que iba en aumento desde antes de la contingencia sanitaria, afirmó la psicóloga especialista en violencia de pareja, Jessica Martínez. Al impartir la conferencia magistral “violencia en el noviazgo” en el Congreso local como parte de la conmemoración del día internacional de la lucha contra la violencia de género, dijo que la violencia en el noviazgo es un problema arraigado que perdura y se normalizan ciertos comportamientos que son tipos de violencia.

La terapeuta refirió que existen comportamientos que se han asimilado como normales, pese a que se tratan de casos de violencia como menospreciar los logros de la pareja, así como las agresiones disfrazadas de bromas o la minimización de lo que sucede en la vida de una persona. De acuerdo con la especialista, este tipo de violencia va escalando y se normaliza hasta llegar a las agresiones físicas que pueden poner en riesgo la vida de las mujeres, por lo que alertó a las mujeres a que detengan cualquier tipo de agresión que se presente en el noviazgo, pues de lo contrario se seguirán presentando este tipo de incidencias.

Agregó que existe un temor asociado a la soledad que puede provocar la pérdida de una pareja, pero enfatizó que debe priorizarse el amor propio para no tolerar ningún tipo de abuso en una relación sin importar la edad de la persona vulnerada. Subrayó que ninguna persona merece convivir en una situación de violencia que prevalece en las parejas por el temor de una pérdida de una relación, pero indicó que al convivir con sus agresores constantemente pueden ser vulnerados sus derechos humanos. Asimismo, indicó que la violencia no sólo se presenta en los golpes, sino también en algunos comentarios que se vierten sobre el comportamiento de los agresores y esto tiene que ser detenido por la persona que sufra una agresión física, emocional, verbal o psicológica.

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