Al menos 30 mujeres al mes interrumpen su embarazo en el Hospital General de Tulancingo, cifra que aumentó en el último año; algunas de estas mujeres presentan huellas de violencia, informó Nadia López Flores, coordinadora de salud materna y perinatal del nosocomio.
La médico explicó que, de las 30 que se atienden al mes, al menos el 30 por ciento son menores de edad, situación que preocupa porque la mayoría de estas se presentan solas a solicitar la medicación.
Recordó que hace un año que inició el proyecto se atendían cinco mujeres al mes, y la cifra ahora es de 30. Agregó que de esta cifras, la edad ronda entre 25 y 30 años, y muy pocas sobrepasan los 35 años.
Dijo que aunque se detecta de manera constante los signos de violencia, algunas veces no las pueden auxiliar, pues muchas de las pacientes lo niegan y no hay forma de ayudarlas si estas no lo permiten.
“Si ha habido mujeres que abiertamente piden el apoyo, algunas se retractan, y se han detectado violencia de todo tipo”, especificó.
Sobre el tema de la interrupción dijo que es común recibir pacientes en horas de la madrugada, pues tienen pena de ser vistas.
Agregó además que le tocó atender un caso de una mujer con 22 semanas de embarazo y no sabía qué hacer porque sufría violencia en casa; o mujeres que llegan al trabajo de parto con 15 años y son víctimas de violencia.
“Los hombres (familiares) siguen decidiendo o permitiendo el uso o no de métodos anticonceptivos, no las mujeres. Muchas no tienen idea de lo que es sexualidad y por eso termina embarazada”, detalló.
Mencionó que, en caso de ser acompañadas, es evidente que las parejas sentimentales son más grandes y eso es una señal de alarma, pues las mujeres son muy jóvenes.