En las puntas más altas de algunos árboles del Jardín La Floresta, en Tulancingo, viven dos familias de loros. Durante el transcurso del día, y principalmente en la mañana y tarde, se pueden escuchar los garridos, sonido que emiten estas aves, y que provocan que más de uno se detenga a intentar verlos y fotografiarlos, pues es algo inusual en esta zona.
El Sol de Tulancingo acudió al jardín principal de Tulancingo, y aunque en un inicio fue difícil ubicar a estas majestuosas aves entre los tantos árboles que hay, pues el color verde de sus plumas que se funde con el de las hojas, logramos localizarlos al seguir sus garridos.
En el sitio pudimos contar al menos a 10 aves grandes y verdes en su mayoría, pero con peculiaridades que distinguen a una de otra, por lo que nos dimos a la tarea de buscar a qué especies pertenecen.
Un experto en aves y que se ha dedicado a la comercialización de esta durante más de 40 años, explicó que se tratan de dos especies: amazona viridigenalis (loro tamaulipeco, cotorra coronirroja o loro de corona roja) y amazona autumnalis (amazona frentirroja, loro cariamarillo o chojín).
La primera se caracteriza porque las aves son de tamaño mediano, que mide en promedio 33 cm, y pesa 31 g. Su plumaje es principalmente verde brillante, con una corona roja (de ahí su nombre de loro de corona roja) rodeada de azul violeta, el pico es de color amarillo crema, con ojos amarillentos y anillo ocular gris.
En esta especie es muy difícil conocer el sexo, ya que son físicamente muy similares, sin embargo, se cree que las hembras pueden tener en promedio menos rojo en la cabeza, pero esta no es una característica determinante, ya que cuando son juveniles ambos sexos tienen el rojo en la cabeza muy reducido.
En tanto, la especie amazona autumnalis se caracteriza por ser una ave de 32–35 centímetros de largo, con peso de 310–480 g. El plumaje es básicamente verde, con la frente roja, mejillas amarillas. Poseen las plumas remeras color violeta negruzco o azulado hacia distal, con parches rojos hacia fuera de las plumas secundarias. Al igual que otros tipos de loros, tanto el macho como la hembra son similares, y no difieren entre sí en cuanto a su plumaje, por lo que es complicado saber el sexo.
Aunque las dos especies no corresponden a la misma familia, se concentran en parvada en los árboles del jardín de Tulancingo y regocijan con sus sonidos a los que pasan por el sitio.
Al respecto, Félix Chávez San Juan, director de Medio Ambiente Municipal, dijo desconocer del tema o haber recibido algún reporte al respecto de estas aves de la familia de los psitácidos que habitan en México.
El pasado mes de noviembre, en un hecho casi similar, también fueron avistados un pequeño grupo de loros cabeza amarilla en un árbol en el municipio de Cuautepec de Hinojosa. Al parecer, las aves de la raza psitaciforme viven libres y tienen su nido ahí.
El avistamiento de estas bellas aves se ha logrado en un árbol del preescolar matutino Eva Samano, ubicado en la colonia Centro. La dirección de Medio Ambiente municipal aseguró que estarían al pendiente para evitar que sean maltratados o capturados.
La población en general pidió apoyo al resto de la localidad para que respeten a estos animales, que de manera libre, optaron por hacer su nido en la punta de este árbol.
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