Usuarios del sistema de riego de aguas negras del Valle del Mezquital, reportaron el avistamiento de víboras coralillo en los municipios de Mixquiahuala, Progreso de Obregón, Chilcuautla, San Salvador e Ixmiquilpan, estos reptiles llegan por el canal, dijeron los agricultores.
Las víboras coralillo se caracterizan por tener colores llamativos: amarillo, negro, rojo, blanco en forma de anillos por el cuerpo, estos matices son un llamado a tener cuidado con el manejo y acercamiento.
Estas víboras comienzan a llegar en el mes marzo al Valle del Mezquital, cuando los agricultores preparan sus terrenos para los primeros remojes en los campos de cosecha, “Los trae el agua que vienen de la presas”, dijeron los agricultores.
La coralillo pertenece a la familia de las elapinas, que también incluye a las cobras y otras serpientes venenosas. Es una serpiente pequeña, del diámetro de un lápiz.
Suele medir entre 30 y 40 centímetros de largo, sobrepasando rara vez los 50 centímetros. Una de las particularidades más destacables es que la cabeza es del mismo grosor que el cuerpo; de color negro y con un hocico plano.
Los reptiles han generado miedo entre la población, por que existe el temor de que todas sean venenosas, por lo que en ocasiones son maltratadas, sin embargo, si no son molestadas no representan ningún peligro para los seres humanos, dijeron médicos veterinarios consultados sobre el tema.
Los veterinarios dijeron que hay variedad de víboras de coralillo, algunas son venenosas otras no, por lo que recomendaron no manipularlas.
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Los falsos coralillos están comprendidos en el género Lampropeltis “el nombre deriva del griego lampros que significa brillante, y pelta que quiere decir escudo”.
Éstos son encontrados únicamente en América. Estas serpientes son hermosas e inofensivas, constantemente son confundidas con los coralillos del género micrurus que son muy venenosos, pues tienen sus mismo colores e iguales movimientos nerviosos, no obstante suele ser de mayor longitud y grosor que los coralillos.