Nos metimos hasta la cocina de la casa de la titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del Estado de Hidalgo, María de los Ángeles Eguiluz Tapia, para compartirles a nuestros lectores su receta y el aroma a bacalao de su cena de Nochebuena y Navidad, herencia de su abuela a su mamá y ahora a ella.
En la Central de Abasto de Pachuca adquirió 3 kilogramos de bacalao, 3 kilogramos de jitomate, 4 kilos de cebolla, una cabeza de ajo mediana, 1 manojo grande de perejil, 100 gramos de almendras que después fileteó, 1 lata de 250 gramos de chiles serranos en escabeche, 1 lata de chiles largos, también de 250 gramos, 1 frasco de aceitunas sin hueso, también de 250 gramos, 5 pimientas, así como aceite de maíz y aceite de olivo.
FORMA DE PREPARACIÓN:
Dos días antes de ser servido a la mesa, el bacalao se coloca en agua caliente con hierbas de olor y la pimienta para liberarlo del exceso de sal.
Una vez fuera de esa agua, se desmenuza el bacalao.
La cebolla y los ajos se filetean y en una cacerola se sofríen para al estar cristalinos, verter el jitomate molido con cebolla y ajo.
Ese preparado lo dejó sazonar hasta que espesó, y entonces vertió el bacalao desmenuzado, para a bajo fuego dejarlo secar.
Así, lo bañó con aceite de olivo, poco a poco, agregándole el perejil, las almendras, las aceitunas, los chiles largos y los chiles serranos, en ese orden.
Muestra Eguiluz Tapia que el guiso se mueve constantemente, como lo sugirió su abuelita, para evitar se pegue en la cacerola.
Y ¡albricias!... queda listo para servirse a la mesa, cuando el aceite asciende y rebosa sobre el bacalao, dándole fino color verde con matices de anaranjado, y el aroma de la casa anfitriona en Nochebuena.