La pandemia actual ha dejado pérdidas permanentes del más de 50 por ciento en las ventas de los comerciantes de la tradicional plaza de jueves, así como lugares vacíos por integrantes de la unión que fenecieron a causa de Covid-19, a casi año y medio del confinamiento, ven imposible el que las ventas se recuperen.
Así lo hicieron saber en entrevista, Samuel Cruz Flores, líder de la Unión de Comerciantes del Tianguis Tradicional de Tulancingo, Hidalgo y sus anexos, y Román Rodríguez Rodríguez, Secretario de finanzas de la unión.
Quienes informaron que, inició la pandemia, han visto un mermó impresionante en cuanto a ventas y movilidad, “muchos compañeros dejaron de trabajar porque no vendían productos de la canasta básica”, dijo el líder.
Situación que en vez de beneficiar a los comerciantes que sí se les permite trabajar, afectó más sus ventas, pues a los que se les negó el acceso a la plaza, optaron por el comercio ambulante.
“Y no es su culpa, de una u otra forma los compañeros debieron de buscar ingresos para sus familias” dijo el secretario de finanzas
Respecto a las pérdidas humana, refirieron que, han perdido compañeros comerciantes a causa de Covid- 19, entre unos 5 o 6, todos mayores de 50 años; y dijeron que, pese a haber contagios entre los comerciantes, jamás ha habido un foco de infección del virus en el tianguis.
Por otra parte, mencionaron que, los comerciantes han cooperado con las indicaciones de las autoridades de la salud para poder trabajar de manera tradicional, el meollo de la contingencia, es que la ciudadanía es la que no colabora con respetar los protocolos.
“Hay nueve filtros para acceder al tianguis, todos con gel, pero sólo el 80 por ciento de los compradores aceptan que se les otorgue el gel y sean sanitizados, el otro 20 tira el gel y siguen con su curso” dijo el líder.
Los integrantes de la mesa directiva han optado por sancionar con el cese de trabajo por una semana a los comerciantes que sean sorprendidos en desacato de las normas establecidas para trabajar.
Por último, hablaron de las mujeres nativas de comunidades indígenas “las compañeritas” conocidas como “marchantas” trabajan de manera rolada, o sea ocupan un espacio de alguien que no haya acudido, a su manera y en sus posibilidades, pero cumplen con los establecido. Es una forma de que ingrese dinero al municipio, pues el dinero que obtienen de sus ventas, lo ocupan para comprar artículos en la plaza o en comercios establecidos del centro”, dijo el secretario de finanzas.