Boda tepehua, llena de simbolismos

JUAN MANUEL AGUIRRE

  · miércoles 28 de noviembre de 2018

El plazo para la boda era establecido por los padres de la novia. Actualmente, solo se realizan en promedio dos ceremonias de esta índole al año. / Foto: Museo de Huehuetla

La boda tepehua, conjuga costumbres ancestrales que al paso del tiempo han integrado todo un ritual, transmitido a través de las generaciones. Así lo expresó Ramón Manrique, presidente del Consejo Nacional de Derechos Humanos en Asuntos Indígenas.

En el ceremonial "agregó, se conservan actos cargados de simbolismos, tales como sahumar a los novios para que los vientos los reciban bien, regar aguardiente a la tierra, a fin de que este deje a la pareja vivir por muchos años o colocar flores a los novios, en señal de conmemoración.

También se realiza la "limpia" de los consortes con hierbas para alejarlos de los malos espíritus.

El entrevistado, dijo también, que esta tradición como otras de la comunidad tepehua de Huehuetla, va perdiendo terreno y que en promedio solo se tienen dos bodas al año de esta índole.

Sin embargo, señaló que es bueno que las nuevas generaciones tengan esos precedentes.

Por su parte, Roberto Cristóbal quien se desempeña como docente, señaló que cuando se llevaba a cabo el pedimento, los papás del joven se hacían acompañar con el padrino de bautizo de este junto con una persona de las principales del pueblo.

Los padres de la novia aceptaban un obsequio en señal de que estaban de acuerdo con la boda.

En forma muy protocolaria, luego de compartir la bebida y la comida, entablaban la conversación de las intenciones del caballero hacia la hija y de esta manera se formalizaba el casamiento por la iglesia.

Ponían un plazo de hasta seis meses para ultimar detalles. Era una costumbre que la novia ya estuviera bajo la responsabilidad económica del futuro esposo.

Cumplido el plazo, los padres del novio regresaban nuevamente con comida y bebida y establecían la fecha oficial para la boda.

Un acto que acaparaba mucho la atención, era que posterior a la noche de bodas, si el novio iba con los papás de la novia y con los suyos con una sábana blanca, donde se mostraba la castidad y virginidad de ella.

Los padrinos, también enseñaban a la ahora esposa como preparar la comida y la leña para el comal.

Así también, de acuerdo con información proporcionada por José Leyva, historiador de Huehuetla, refiere que hasta hace 30 años, algunas mujeres de la comunidad tepehua, se unían en matrimonio muy pequeñas, lo que indica que a los 14 o 15 años ya eran madres y a los 35, abuelas, ya que sus hijas repetían el mismo patrón conductual o sociocultural.


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