TULANCINGO DE BRAVO, Hgo.- De dar 30 boleadas a menos de 10, es el panorama al cual se enfrentan los casi cuarenta aseadores de calzado instalados en el centro de esta ciudad. Comentaron que luego de la pandemia, la crisis económica los obligó a subir el precio de su servicio hasta a 20 pesos, monto que usuarios consideran hasta excesivo a pesar de que ellos solo le ganan, aproximadamente, cinco pesos por cada “bola”.
“Subió mucho el precio de nuestras grasas y tintas, no podemos dejar el precio de diez pesos que teníamos antes, ya ni siquiera nos alcanza para el kilo de tortillas con eso o para regresarnos a nuestras casas”, externó una de las boleras que lleva casi diez años en este oficio.
Apuntaron que aunque el municipio les cobra cien pesos mensuales, el hecho de si quiera ausentarse un día los desfalca en su economía personal, por lo que no toman descanso. Llegan a las 7 de la mañana y se van casi a las 8 o 9 de la noche, dependiendo el día, pues están obligados a rescatar, al menos, cien pesos diarios para que siga siendo “algo rentable”.
“Antes dábamos que las 30, 35 boleadas al día, ahora con qué trabajos llegamos a las diez. Imagínate, la gente ya no te paga los 20 pesos, se les hace caro, pero de esos 20 tenemos que guardar unos quince o al menos la mitad para irle juntando para nuestro material, que también se nos acaba y también ya sale caro. Nos terminamos quedando con cinco pesitos por servicio. A ver, ¿qué compras con eso? Ya no alcanza.”, señaló otro de los boleros.
Finalmente, expusieron que se encuentran en el olvido de la gente, pero también del gobierno o de la iniciativa privada, al referir que nadie se acerca a ellos para preguntar si requieren de una despensa o al menos de una comida, puesto que hay días en que a la una de la tarde no han dado ni siquiera una boleada.