APAN, Hgo.- Con el objetivo de evitar la propagación del picudo de maguey, una de las plagas más letales para este tipo de plantas, agricultores de la región trabajan en la implementación de trampas con el uso de feromonas e insecticidas a fin de evitar que estos escarabajos acaben con la producción local.
Nadia Portillo Ramírez, especialista del Comité de Sanidad Vegetal de Hidalgo (CESAVEH), señaló que, el picudo del agave es un insecto altamente perjudicial en diversas agaváceas que se encuentra ampliamente distribuido tanto en magueyes silvestres como cultivados y es considera como la principal plaga de importancia económica.
Refirió que los daños directos en los magueyes son ocasionados por las larvas del picudo, las cuales atacan la piña y el cogollo de la planta, dañando pencas y consumiendo por completo los magueyes.
“El adulto oviposita en la parte cercana al ápice del cogollo y al emerger las larvas, éstas barrenan hacia el interior de la piña del maguey principalmente cuando está maduro”.
Refirió que, el ataque es más agresivo en plantas de más de cuatro años de edad, ya que en este periodo los magueyes producen altas cantidades de azúcares; sin embargo, mencionó pueden atacar plantas jóvenes e incluso hijuelos.
Indicó que un treinta por ciento del agave pulquero que se produce en los estados de Tlaxcala, México e Hidalgo es atacado por esta plaga por lo que a fin de evitar la propagación de estos insectos están trabajando de la mano de agricultores en crear estrategias para acabar con la plaga.
Señaló que diseñaron una serie de trampas consistentes en recipientes de plástico con capacidad para veinte litros en color blanco, los cuales se instalan a una altura de 25 centímetros de la base a la cual se le hacen diversas perforaciones para permitir la entrada de los picudos los cuales son atraídos por una serie de feromonas, una vez dentro los picudos consumen la piña la cual contiene insecticida que acaba con los insectos.
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Por último, refirió que el número de trampas por hectárea depende del objetivo que se tenga, si solo se requiere realizar monitoreo con la finalidad de detectar la presencia del picudo y complementarlo con aplicaciones de insecticidas se recomienda de tres a cinco trampas por hectárea; sin embargo, dijo si lo que se busca es la reducción de la población del picudo en la plantación se sugiere poner de entre dos a cuatro trampas.