Posterior a la controversia entre artesanos en el Valle del Mezquital, empresarios y gobierno, por los derechos de autor de la muñeca denominada “Nzuxhi” (Niña, en hñahñu), se llevó a cabo una mesa diálogo entre las partes involucradas donde se lograron una serie de acuerdos para proteger la iconografía y la cultura del pueblo hñahñu.
En entrevista, el comisionado para el Desarrollo Sostenible de los Pueblos Indígenas, Prisco Manuel Gutiérrez, informó que el proceso de diálogo con el grupo artesanal concluyó con la cancelación de los registros solicitados por los artesanos.
Entre los principales acuerdos entre el gobierno y las 22 artesanas del grupo Guardianas de la Cultura Ancestral, destacan la donación a los artesanos de Taxhado, de los derechos de la muñeca de trapo, de papel sin ropa, desnuda de hábitos textiles o nombre originario, totalmente libre para que los artesanos la puedan vestir o nombrar de acuerdo a su cosmogonía o creatividad, para fines comerciales.
Con anterioridad se había informado que dos registros más los había anulado el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y dos más fueron desistidos por parte de la empresaria.
Además se acordó que los apoyos a los artesanos que el gobierno otorgará a través de la Secretaría del Bienestar a 900 beneficiarios, se entregarán sin intermediarios, sin sesgo político, sin grupos de interés, sin condiciones, y será únicamente al gremio.
También se tomó como acuerdo dar seguimiento a una ley que ponga más candados a los registros de marcas o patentes donde se incluyan iconografías, palabra en lengua materna o cultura de los pueblos originarios, la cual será un trabajo coordinado entre varias dependencias del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo estatal local, que se denominará “Hecho en Pueblos Indígenas”.
Asimismo se manifestó que se haga un registro de las marcas o patentes del Valle del Mezquital que han utilizado o comercializado con fines empresariales la iconografía, para que nadie pueda cobrar regalías por la utilización de los bordados, informó el comisionado de Pueblos Indígenas.
“Un empresario puede hacer mil playeras en un día, y un artesano puede tardar hasta un mes en hacer una playera la cual es una prenda única por el desgaste de la vida que lleva, aquí radica la gran diferencia”, recalcó Prisco Manuel.
Los artesanos pueden continuar con sus registro de sus artesanías sin lastimar o afectar, como es el caso de la sociedad cooperativa Ra Nini Doni, de Xuchitlán, San Salvador, quienes registraron ante el IMPI, sus escobetillas, bordados y creaciones, dijo Manuel Gutiérrez.
“Para el gobierno del estado la cultura no se vende, la cultura se defiende, por lo que esperamos una convivencia sana entre indígenas y no indígenas, una correlación de respeto entre empresarios y no empresarios, para que existan puntos de cordialidad y cooperación equitativa", subrayó el funcionario estatal.
Con esto queda concluido este proceso, donde participaron la Secretaria de Turismo, Secretaría de Cultura, la Secretaría de Gobierno, Secretaría de Economía y la Comisión de Pueblos Indígenas (Cedspi).