Habitantes de los fraccionamientos al sur de Pachuca donde convergen con Mineral de la Reforma y Zempoala, percibieron que desde marzo, “después de que se abrió el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles” (AIFA), el abasto de agua potable disminuyó al paso de las semanas, luego vino el anunció de la Comisión de agua y alcantarillado de sistemas intermunicipales (Caasim): habrá tandeo del vital líquido.
Así resumió la presidenta de los Fraccionamientos del Sur A.C., Lilia Vega, que desde este 2022 tienen menos disponibilidad del recurso natural en sus domicilios, que los recibos de cobro llegan sin un descuento por la falta de agua cuando abren la llave, que la distribución gratuita en sus pipas no es suficiente para la cantidad de habitantes y que en el año no llovió mucho.
A lo anterior se suma que, después de dos años de una obra en la cual cambiaron el diámetro del drenaje sanitario en la calle Ferrocarril y concluyeron los trabajos hace dos meses, llovió en noviembre y “se volvió a salir el agua por las coladeras, no sirvió”.
En estimaciones de quienes forman parte de la asociación civil, en ese triángulo de municipalidades hay más de 30 mil casas, en promedio de tres a cuatro habitándolas y con problemas heredados por las constructoras, como la inundación de calles.
Con la obra que no sirvió de Caasim, las tierras de cultivo contiguas a el área urbana dejaron de recibir agua, lo cual consideró fue una maniobra para que dejen de ser productivas y los ejidatarios vendan para hacer más fraccionamientos, pues ya se les han acercado quienes representan a las inmobiliarias ofreciendo la compra.
“Hace tres semanas se acordó con funcionarios de Caasim una reunión entre nosotros y los ejidatarios, la cancelaron y es la hora que no la reprograman”, apuntó.
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Está pendiente que les confirmen una audiencia con el gobernador Julio Menchaca, para informarle sobre lo que es la realidad en esa gran unidad habitacional, informó.