Transportistas y conductores denunciaron las pésimas condiciones en las que se encuentra la carretera hacia al municipio de Huehuetla, sobre todo en el tramo que corresponde a San Bartolo Tutotepec, el cual está intransitable.
El líder de Permisionarios Unidos al Noreste de Hidalgo, Servicios y Transportes de la sierra Otomí-Tepehua y Mexicas, Oscar Trejo Monroy acusó que las condiciones climatológicas de lluvia que han prevalecido las últimas semanas han provocado que la carretera este llena de lodo y baches, en donde se han atascado las unidades del transporte público.
"Las carreteras están en pésimas condiciones, al grado que ya están intransitables, nosotros hacemos el recorrido casi a fuerza para dar el servicio a los usuarios, ya que de plano es imposible transitar de manera normal en esta vía de comunicación", expuso.
Destacó que esta vía primaria que conduce hacia el municipio de Huehuetla presenta severas afectaciones, aunque denunció que pertenece a San Bartolo Tutotepec, de la comunidad de El Canjoy hasta El Nanjo, así como de San Ambrosio a San Francisco.
"Las unidades se han quedado en el lodo atascadas, hemos batallado mucho por las condiciones de la carretera, según las están rehabilitando pero no sabemos si se les acaba el presupuesto porque las hacen por parte, o luego solo rascan y quedan peor", lamentó.
Pidió a las autoridades municipales y estatales a que volteen a ver cómo es que se encuentran las condiciones de las vías de comunicación de la sierra Otomí-Tepehua, ya que están en el olvido.
Por su parte, vecinos de la comunidad de La Esperanza número Uno, municipio de Huehuetla hicieron un llamado al gobernador Julio Menchaca Salazar porque el presidente municipal de San Bartolo Tutotepec Santos Cabrera Hernández y de Huehuetla Javier Santillán Melo hacen caso omiso a las peticiones de la población.
Acusaron que a los funcionarios no les preocupa esta situación porque los automóviles que utilizan no son comprados con su dinero, por lo contrario los ciudadanos que tienen un automóvil que viajan arriesgan su vida y las autoridades se hacen de oídos sordos.