El ejidatario Benito Rosas, el comisario ejidal Agustín Viveros Bautista y el delegado Rafael Santiago Martínez, de la comunidad de Dengantzha, en Francisco I. Madero, son señalados por madres y padres de familia de la primaria La Reforma, de presuntamente querer adueñarse de un campo deportivo que pertenece a la escuela para entregarlo a la empresa Minera Vértice de Monterrey.
Así lo aseguró un grupo de madres y padres al manifestarse este martes 30 de julio en el acceso en Palacio de Gobierno de Pachuca, para solicitar al gobernador Julio Menchaca Salazar su intervención a favor de la primaria.
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Una de las madres de familia y habitante de la comunidad, Beatriz Aguilar Bautista, explicó que la escuela tiene posesión del campo deportivo hace más de 66 años y presuntamente Benito Rosas quiere el espacio de siete mil metros y donarlo a la empresa Minera Vértice que, de acuerdo a los inconformes, quiere asentarse en Dengantzha para la explotación de caliza, grava y otros materiales.
La empresa solicita a la comunidad la donación de una hectárea para reforestar, pues es requisito para explotar los minerales. La madre de familia aseveró que han propuesto otro espacio, pero Benito Rosas “quiere a fuerza el campo deportivo de la primaria”.
El conflicto inició hace dos meses y recrudeció el pasado jueves 25 de julio cuando madres y padres de familia junto con albañiles trabajaban para reconstruir la barda perimetral de la escuela, cuando arribó un grupo de hombres identificándose como integrantes de la comisaría ejidal y empezó a “golpear a mujeres, hombres, incluso niños, una señora aventó un tanque de gas abierto para desalojarnos, por lo que se levantó la denuncia por las lesiones y por intento de homicidio”.
Tras los hechos han surgido amenazas y personas con pasamontañas que andan en motocicleta o automóviles, a fin de intimidar a las madres y padres, así como a un grupo de ejidatarios que están a favor de la escuela, aseguraron los manifestantes.
“Precisamente estamos en Pachuca porque sabemos que Benito Rosas, el comisario ejidal y el delegado acudieron a la Secretaría de Educación Pública estatal para negociar el campo deportivo y no vamos a permitir que no los quiten”.
“Queremos que se respete el derecho de las y los niños, que se hagan valer las leyes. No es posible que la escuela con la documentación de hace más de 66 años no haga justicia y permitan que vayan a vandalizar. Queremos que el gobernador intervenga”.
La primaria tiene alrededor de 200 alumnos y aproximadamente 160 padres de familia. El comisariado lo integran alrededor de 157 ejidatarios, de los cuales la mitad están con las madres y padres, “los otros los condicionan y amenazan”, señalaron los manifestantes.