La Santísima Trinidad incita a los feligreses a creer en un solo Dios, por ello, la iglesia católica el domingo 4 de junio, recordó la importancia de la señal de la Cruz; en diversos recintos religiosos se celebró el hecho con homilía; esta celebración, se centra en la importancia de la doctrina central de la religión cristiana, en el hecho de que hay tres personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, siendo cada una de ellas una distinta de la otra.
De acuerdo a la información difundida por la revista Desde la Fe, el libro del Génesis narra cómo Dios eligió a un viejo pastor de ovejas, para mostrarse a él y a sus descendientes como el único y verdadero Dios; la importancia de este dogma es esencial para la vida religiosa.
El Padre es representado como el ser que le atribuimos la creación de todas las cosas “visibles e invisibles”, al que se le imputa la creación del ser humano, hecho a su imagen y semejanza; el Hijo, Jesucristo, es la segunda persona de la Trinidad Santa, es también la Palabra, que da a entender que expresa la inteligencia, la sabiduría del Padre por quien fue engendrado como Hijo único. A Jesús se le atribuye la obra de la redención, la cual salvó del pecado y de la muerte para devolver la gracia a la humanidad.
Del Espíritu Santo procede el Padre y el Hijo; a él se le atribuye la santificación de los que han sido redimidos; en general, la Trinidad es el término empleado para significar la doctrina central de la religión católica, los feligreses se encomiendan a su Providencia Divina.
Por ello, los creyentes católicos, confían en la Trinidad Santa, cada vez se santiguan o persignan “En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”; en México se le da culto bajo el nombre de la Divina Providencia.