Y llevaron sus cruces hacia los templos, cargándolas con fe para que fueran bendecidas durante la misa. Los maestros de la construcción celebraron en grande su día. Este 3 de mayo, Día del Albañil, igualmente conocido como Fiesta de las Cruces o Día de la Santa Cruz, llevaron consigo su cruz de madera que para ellos representa gratitud por el trabajo, pero también por no haber sufrido accidentes.

Todas las cruces lucieron adornadas, llenas de flores y listones, no importó el tamaño, así fuera la más pequeña, fueron colocadas en las construcciones, después de que les cayera el agua bendita al final de la Eucaristía. Para don Jaime ser “maestro albañil” desde hace 30 años, su oficio, le ha dejado no solo construir varias edificaciones, escuelas y algunas clínicas, pues incluso lo que ganó le permitió levantar su casa y dar estudios a sus hijos.

Aunque uno de ellos ya no quiso estudiar, sino seguir el camino de su padre. “Me ha salido muy buen ayudante, me apoya en todo y ya hasta dirige una obra”. También su esposa hasta hace unos años le ayudó, sobre todo durante los fines de semana.

“Le gustaba apoyarme en pasarme los clavos, las herramientas, nunca fueron trabajos pesados; en verdad esta chamba es muy desgastante y accidentada”, agregó.

En nuestro país se estima que las personas relacionadas con la albañilería ascienden a poco más de 2.4 millones y aunque la mayoría son hombres (99.6 por ciento), de igual forma hay mujeres. Narra cuando uno de sus compadres cayó de un edificio en construcción tras tocar los cables, “ya tiene mucho; yo trabajaba en la Ciudad de México, y aunque quedó con vida, él ya no fue el mismo”. El panorama sobre tener seguridad social no ha cambiado, carecen de ella.

“Ahora ya soy maestro, pero empecé de chalán y lo cierto es que no hay dinero que alcance para salir de los apuros cuando nos accidentamos”. Él es uno de los que carecen de prestaciones en su trabajo (86 por ciento) del total en el ámbito nacional, mientras que el 14 por ciento sí cuenta con alguna.