Se celebró ayer la “Fiesta Grande”, para conmemorar en Tulancingo los 250 años de la celebración a Nuestra Señora de los Ángeles, patrona de esta Arquidiócesis, aunque en esta ocasión por las condiciones, conocidas fue completamente diferente a años anteriores.
Las misas se transmitieron a través de las redes sociales, aunque algunas personas llegaron a dejar flores, a cumplir mandas o pedir favores a la virgen.
La eucaristía se llevó a cabo desde las seis de la mañana con las tradicionales “Mañanitas”, destacando la celebrada a las 11 horas,en la que participó la Pastoral Indígena, celebrando la misa en náhuatl y en hñahñu.
Desde la noche anterior le llevaron a la virgen una serenata en la que al pie de la imagen, poco antes de la medianoche le entonaron los cánticos alusivos.
“Venimos desde Agua Blanca, cuando hacíamos peregrinación salíamos a las dos de la mañana y llegábamos a las diez caminando, nos tocaba ingresar por secciones, pero si veníamos por foranías de la Sierra Otomí-Tepehua”, dijo Miguel Héctor López.
Las eucaristías posteriores fueron a las 13 y 19 horas, que se realizaron con poca presencia de personas, respetando las normas de salud, como la sana distancia.
Esta es la primera ocasión que no se instalaron puestos comerciales ni juegos mecánicos alrededor del templo.
Cabe citar que la presencia del presbiterio en misa presidida por Monseñor Domingo Díaz Martínez, será este lunes 3 de agosto; La homilía se llevará a cabo en punto de las 13 horas, en la que se esperan únicamente al Arzobispo y sacerdotes de la Diócesis.