Para obtener las gracias de Nuestra Señora del Carmen, el domingo 16 de julio, feligreses de todas las edades, en su mayoría adultos mayores, acudieron a la Parroquia dedicada a esta advocación mariana, mejor conocida como 'El Caramelito', ubicada en la calle Nicolás Flores, en el centro histórico de la ciudad, para ser partícipes de la homilía; de la bendición e imposición de Escapularios.
Colgado en el cuello o tomado entre las manos, el Escapulario de Nuestra Señora del Monte Carmelo, fue el protagonista del evento religioso, debido a las dos promesas que hizo la Virgen a quien lo portara con respeto, devoción y fe, por lo que los asistentes, cantaban y recitaban a la par que los integrantes de la Orden Seglar del Carmen de la región Pachuca, La Salve y otras letanías.
Fue desde las 6 de la mañana cuando sentados, hincados, y de pie, los feligreses dieron vida al recinto religioso, para entonar las tradicionales mañanitas, seguidas de laudes y Eucaristía, para posteriormente, llevar a cabo lo esperado, la bendición del Sacramental, el cual ofrecían desde 10 y 15 pesos en la entrada de la Parroquia; por lo que luego de escuchar el Evangelio, se hicieron filas para rociar de agua bendita a los Escapularios.
Esta prenda que se lleva sobre los hombros, está plagada de diversos simbolismos, y fue dado por la Virgen María a San Simón Stock, el 16 de julio de 1251, fecha desde la que ha informado que quien la utilice será acreedor a obtener las dos gracias prometidas, las cuales consisten en eximir del infierno a quienes mueran vestidos con él y el compromiso de sacar del purgatorio el sábado después de la muerte a todo aquel que muera portándolo.
Mediante sus símbolos, el Escapulario, expone la Alianza con la Virgen; amor, protección y pertenencia de Nuestra Madre María; es señal de Salvación y el yugo de Jesús; por lo que este acto se dio con la finalidad de que los feligreses porten a diario el Sacramental y/o lo coloquen a los seres queridos al morir.