La clase trabajadora contempla la celebración de Navidad de una forma austera, de acuerdo con sus recursos, por ello el pavo y bacalao serán sustituidos por pollo y romeritos, así como el vino por refresco.
Aunque en las empresas han cumplido con aguinaldo y entrega de ahorro, muchos obreros ya tenían comprometido ese dinero, y ahora se limitarán a lo que pueden comprar, opinó el secretario general de la Central de Delegaciones y Sindicatos, región Tulancingo, Jesús Vera.
La esperanza de los trabajadores, agregó, es que los festejos los pasen con sus familias, aunque la cena sea austera, por lo que comprarán los productos que más se adecuen a su economía.
Un pollo rostizado cuesta entre 60 y cien pesos, en tanto que el pavo entre 60 y más de cien pesos el kilo, así como pierna y lomo para preparar cien pesos por kilo y el bacalao supera por mucho el poder adquisitivo, comentaron empleados.
En algunos casos, mencionaron entrevistados, se juntan familias y cada cual lleva un platillo a fin de que sea más accesible para todos.
El líder de obreros resaltó que es una temporada de muchos gastos, por ello la celebración se junta con la preocupación de cómo se iniciará el siguiente año, no obstante, tratarán de convivir en familia y más adelante buscar la forma de salir adelante.