TULA DE ALLENDE, Hgo.-Yo era una mujer maltratada en mi matrimonio porque tenía que obedecer y ser sumisa y no entendía que la vida era diferente y tenía derechos como persona. Luego de divorciarme de mi ex esposo acudí al Centro Gerontológico Integral de Tula donde llevó once años viniendo aquí y me dan trato digno.
Además que enseñan cosas que desconocía para mi bien y estaré aquí hasta que Dios me lo permita.
En esos términos se expresó, ayer, la sexagenaria María Josefina Reyes Cortez, quien es vecina de la segunda sección de la colonia Barrio Alto de esta ciudad.
La mujer de edad madura añadió que hoy siente tranquilidad y acude a sesiones de psicología y talleres que se imparten gratuitamente en la dependencia estatal, localizada sobre la céntrica calle Colegio Militar.
“La muerte de uno de mis cuatro hijos en accidente automovilístico hace tiempo y cuarenta y un años de infeliz matrimonio me motivaron a venir aquí para recibir sesiones psicológicas. Posteriormente ya comencé a participar en diversas actividades y talleres que se ofrecen, entre ellas de terapia física, bordado de tenangos, autoempleo, floreros, tejido, bisutería, folklor y jarrones” señaló la entrevistada.
María Josefina Reyes mencionó que su vida cambió radicalmente desde hace once años que llego a este espacio público, donde los ciento dieciséis usuarios activos, mujeres y hombres mayores de sesenta años de edad, se ven como una familia y compañeros de vida adulta.
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“Luego de ser una mujer maltratada durante varios años de mi vida ahora encontré la paz y tengo una vejez digna” dijo la mujer de sesenta y nueve años de edad.
Finalizó diciendo que es pensionada y no depende de nadie y aprovecha las actividades que se imparten el mencionado lugar de nueve de la mañana a las cinco de la tarde, diariamente.
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