La presidenta de la comisión de Medio Ambiente del Congreso local, María Luisa Pérez Perusquía, aseguró que tras reunirse con el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales estatal (Semarnath), Benjamín Rico Moreno, le informó que serán cerrados los 36 tiraderos a cielo abierto que existen en el estado este año.

La también coordinadora parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso local dijo que fue cerrado el tiradero de Tula hace unas semanas y la dependencia estatal continuará con dichas medidas para disminuir el deterioro ambiental en el estado, ya que incumplen con la norma 083 de la Semarnat federal.

La legisladora local afirmó que es un tema que les interesa tratar, por lo que están en constante comunicación con la Semarnath para disminuir los daños al suelo, al aire y a los mantos acuíferos de la entidad, debido a que este tipo de espacios receptores de desechos sólidos no cuentan con un tratamiento adecuado, por lo que sostuvo que ahora deben enfocarse en dicha situación.

Agregó que la Semarnath también les comunicó sobre la regularización de los 18 rellenos sanitarios del estado para que cumplan con la normativa ambiental y en caso de que existen irregularidades sean sancionadas por la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proespa).

Según Pérez Perusquía, no pueden seguir abiertos los tiraderos a cielo abierto, por lo que mantienen comunicación con los municipios para atender el tema de los espacios de recepción de los desechos sólidos y por ello buscan otras alternativas para sensibilizar a las presidencias municipales por el cumplimiento de los ciclos útiles.

Añadió que se buscará la concentración de los residuos sólidos en rellenos regionales, mientras que en Tula se dispondrán los desechos en un tiradero que se ubica en el Estado de México, y descartó que se tenga legislar sobre la normatividad de los mismos, ya que existe reglamentación al respecto y únicamente se tienen que respetar.

Asimismo, la responsable de la comisión de Medio Ambiente en el Congreso local enfatizó que no debe existir ni siquiera en el vocabulario de la sociedad los tiraderos a cielo abierto, los cuales son un foco de infección para la población humana y generan daños ambientales.