Al son de una canción de rock urbano, decenas de personas despidieron a Julio César, alias El Vampiro, conocido checador de transporte público que fue aparentemente asesinado la noche del domingo, mientras circulaba en su motocicleta por calles de la colonia Antonio del Castillo, en Pachuca.
Choferes de transporte, comerciantes, familiares y amigos, se congregaron la tarde de ayer, martes, en las inmediaciones de la Plaza Constitución, en la base de la ruta Centro-La Raza, la cual estuvo a cargo de El Vampiro por muchos años, en el primer cuadro de la ciudad.
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La afluencia de más de cien personas reflejó lo querido que era el ahora extinto, quien recibió impactos de bala que lo privaron de su existencia.
Tras varios cánticos se exclamaron porras, sonaron los interminables aplausos y sus amigos lo despidieron con un hasta pronto. Además, las urvan de transporte público mostraron pintas en los parabrisas con la leyenda “Vampiro”, en honor al hombre acaecido.
Todo se llevó de forma pacífica por largos minutos, con la vialidad controlada por policías de tránsito, en tanto ese sector del primer cuadro permanecía cerrado.
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