Colapsó la economía local tras la explosión

Muchos de los deudos apenas sobreviven, pues lidian con el dolor y la falta de recursos para salir adelante día con día

Rosalía Maldonado Y César Martínez | El Sol de Hidalgo

  · jueves 16 de enero de 2020

La extracción ilegal de combustible era la actividad que sostenía la economía en el municipio, reconocieron autoridades locales. / Archivo | OEM

TLAHUELILPAN, Hgo.- Tras la tragedia del 18 de enero de 2019, cuando ocurrió la explosión en el ducto Tuxpan-Tula de Petróleos Mexicanos, en las inmediaciones de la colonia San Primitivo, la economía del municipio paulatinamente se paralizó. Además de lidiar con el dolor por la pérdida de sus seres queridos, sus habitantes están al borde de la ruina, y narran que apenas sobreviven.

El alcalde Juan Pedro Cruz Frías reconoce que la economía del municipio giraba en torno a la extracción ilegal de combustible, así que derivado del cierre de ductos y el incendio que cobró la vida de al menos 137 personas, 70 de ellas vecinas de Tlahuelilpan, una gran parte de la población vio afectados sus ingresos.

El tianguis callejero, el más grande de la región, que se instala los martes, registró de inmediato bajas ventas. La queja de los cerca de mil comerciantes, es que no hay movimiento de dinero.

El alcalde dice que la economía está colapsada porque no han tenido apoyos para generar desarrollo. Destacó que no deja de agradecer la ayuda que les proporcionaron de manera emergente para controlar el incendio, atender heridos, sepultar a las víctimas mortales y que les hubieran proporcionado un terreno para ampliar el panteón, y despues para apoyar a las familias, pero ha sido incisivo al cuestionar también que los deudos solo han recibido ayudas que el gobierno otorga a familias en todo el país, como becas escolares y algunos proyectos productivos, pero nada orientado.

“Todavía tenemos pendiente el desarrollo económico. No hay derrama económica. El 13 de octubre vino La Trakalosa, se reunieron alrededor de 30 mil personas pero no hubo derrama. Un comité de una capilla me pidió apoyo para poner un puesto de venta, fueron los únicos, y sus productos se les echaron a perder. No pudieron vender una olla de 100 litros de ponche”.

Son más de 10 proyectos los que presentó el alcalde a la federación y gestiona prioritariamente la reubicación del tianguis municipal, que requiere inversión de 60 millones de pesos, donde se podría dar cabida a todos los afectados, además está el museo comunitario, el museo de la bruja y un parque ecoturístico.

A Tlahuelilpan, comentó el alcalde, muchos lo consideran como un municipio agrícola, pero en realidad es una entidad prestadora de servicios, por lo que insiste en que estos proyectos detonarán la economía e incidirán en las finanzas del gobernó municipal, porque en 2019 no lograron recaudar lo necesario en el predial y agua potable, para garantizar mayor asignación presupuestal.

EN SHOCK

A un año de la tragedia, los tlalhuilpenses aún están en shock, incrédulos ante la tragedia colectiva y los deudos, dolidos por la circunstancia de la pérdida, se resisten a asimilar la ausencia de padres, esposos, hermanos, hijos y viven tratando de encontrar la forma de sacar adelante a los huérfanos y consolar a las viudas.

Todos coinciden en que en el sitio murieron buenas personas, hombres y mujeres productivos que tenían un modo honesto de vivir, acudieron al sitio buscando obtener un poco de combustible en un momento de prolongada escases, algunos movidos por la curiosidad, otros más buscando sacar a sus familiares del sitio pues advertían que había riesgo en recolectar combustible y otros más, incluso, tratando de ayudar a quienes fueron presa de las llamas ese día.

Las lágrimas se asoman aún con facilidad en los rostros de quienes sufrieron una pérdida y la voz se les quiebra, abrumados, al hablar del siniestro y de la precaria situación que viven, y sobre todo porque se dicen dolidos, por las expresiones de personas que sin conocer la realidad, juzgan, opinan y lastiman al hacer suposiciones respecto de quienes se acercaron a la toma clandestina aquella tarde.

En la mayoría de los casos, el gobierno cubrió los gastos funerarios y otorgó a cada familia 15 mil pesos para gastos catastróficos, los afectados reciben pocos apoyos, una despensa mensual, los menores que están inscritos en las escuelas reciben becas escolares, y para los 36 menores de 3 años se creó un apoyo por orfandad de 2 mil 200 pesos bimestrales. Algunas viudas, viven del comercio, otras limpian casas, venden comida y algunas se dedican al pastoreo de animales.

En otros municipios como Atitalaquia, de donde eran seis víctimas, la alcaldesa María Antonieta Herrera Jiménez dio trabajo a tres viudas que lo solicitaron, y todos los menores que quedaron en orfandad reciben becas. En Tlaxcoapan, el segundo con más pérdidas, 51, el alcalde Jovani Miguel León Cruz, dispuso el otorgamiento de apoyos económicos mensuales, entre otros.

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