Comanda Iñaki la Zona Militar

Albergó la Zona Militar a un pequeño con capacidades diferentes, lleno de emoción

Maximiliano Pérez

  · jueves 25 de enero de 2024

Dirigió a las tropas cumpliendo su sueño de ser soldado / Wendy Lazcano

Poco antes de las nueve de la mañana de ayer miércoles, a las instalaciones de la 18 Zona Militar, ubicada en Pachuca, ingresó una camioneta perteneciente a la Sedena, resguardada en la batea por unos cuatro soldados.El conductor detuvo su marcha en la explanada del centro militar y descendió un pequeño soldado de 9 años que ayer estuvo al frente del batallón.

Iñaki padece una parálisis cerebral y recién tuvo una cirugía, utiliza bastones en ambas manos para poder estabilizar mejor su andar, pero ayer, convertido en un soldado valeroso, dejó a un lado los bastones, mostró gallardía y avanzó hacia sus tropas con la cara en alto, firme y alejado de cualquier malestar.

Fue elegido para ser “soldado por un día”, por ello, utilizó un traje especialmente diseñado para él, ese camuflado que inspira a los niños a formar parte de las filas castrenses para siempre defender a su patria. Del lado derecho, a la altura del pecho, su apellido, “Cabañas”.

Antes de entregarle un nombramiento honorífico y su placa de soldado, rindió honores a la bandera y cantó el himno nacional mexicano, esto, a lado de los mandos de la Zona Militar, de sus padres y su pequeño hermano, con quien minutos después disfrutó cada instante en la base castrense.

Primero conoció a los binomios canófilos, estos perros que con mucho entrenamiento llegan a ser herramientas muy valiosas para salvaguardar la integridad de las personas y erradicar los actos delincuenciales.

El siguiente módulo a visitar fue el de las emergencias, donde estaban dos ambulancias y todo el equipo para poder ayudar a la gente ante un desastre; tras la explicación para comprender el sistema de trabajo, Iñaki y su hermano treparon a las unidades, las pilotaron y preguntaron hasta resolver todas sus dudas.

“Vente bro, súbete”, le comentó Iñaki con su vestimenta militar, a su pequeño hermano que igual que él, estaba impresionado con el armamento militar, módulo al cual pasarían en algunos minutos, después de conocer el sistema de telecomunicaciones.

Tras el paso de algunos módulos, Iñaki hizo una pausa para platicar y expresar que estaba muy emocionado, que sin duda le gustaría ser un soldado cuando sea grande; pero uno de esos que están en la artillería. Para él, el principal motivo para vestir el uniforme camuflado es porque “ellos salvan a la gente”, dijo.

Su madre dijo estar agradecida por la invitación, porque Iñaki, con el simple hecho de ver a los soldados, se olvidó de su cirugía reciente, aventó los bastones y se dirigió a la zona militar para demostrar que no hay obstáculos para superar las adversidades.