Alberto Iván Romero Sosa, ginecólogo del Hospital Obstétrico de Pachuca, aclara las dudas y emite recomendaciones de cómo enfrentar los cambios hormonales en las niñas de entre 9 y 12 años, cuando inician con su periodo menstrual.
Qué ocurre, cómo abordar el tema con las niñas, y la recomendación de llevarlas con el médico para que las menores estén enteradas de los cambios que sufrirá su cuerpo, es parte de lo dicho por el especialista.
Con la llegada de la pubertad, en las niñas aparecen cambios físicos como los periodos menstruales (menarca), el desarrollo mamario (telarca), el vello pubiano (pubarca), la distribución de la grasa y el vello corporal y, en forma menos evidente, también hay cambios a nivel del estado de ánimo y otros aspectos emocionales.
Todo ello – explica el doctor Iván Romero – ocurre gracias a un periodo hormonal, en la hipófisis. Dicha hormona también es la responsable de los cambios de personalidad durante la pubertad que tiene una duración de entre 3 y 4 años.
El ginecólogo comenta que algunas de las situaciones que se enfrentan cuando las niñas comienzan con su periodo menstrual es que puede ser en etapa temprana, es decir, antes de los nueve años o bien, también existe la menarca tardía.
“Como ginecólogos utilizamos un protocolo de estudios para ver porque ocurre una menarca temprana o tardía y hacemos diferentes estudios para verificar si es normal el factor hormonal estructural”, explica.
Otra cosa que ocurre mucho son los sangrados uterinos anormales, mismos que se presentan después de la primera regla o menarca, en muchos casos son fisiológicos o naturales por esa inmadurez de comunicación de la hipófisis con el ovario, “lo más probable es que presenten sangrados irregulares los primeros años, se debe verificar si es normal o realmente está presentando alguna alteración: mucho volumen, mucha cantidad, muchos días, o el espaciamiento a veces empieza cada tres meses, debe llamar la atención”.
Alberto Iván Romero señala que lo ideal es que las niñas estén al tanto de todos los cambios que van a ocurrir con sus cuerpos y notificarles que con la menarca empiezan su ciclo reproductivo.
“A la paciente se le trata de informar cómo van surgiendo los cambios y el riesgo que tienen de un embarazo, ello, por la fertilidad que empiezan a tener, así como de la adquisición de enfermedades de transmisión sexual, y del riesgo de un embarazo adolescente, se les informa de la posibilidad que tienen de sufrir violencia”, expone.
Lo recomendable es que busquen atención médica antes entre 8 y 9 años antes que se produzcan los cambios, para no caer en mitos o malformación o una consulta.
El especialista reconoce que sí existen mitos, y ante ellos es importante la información adecuada y especializada, porque hay quienes acuden a internet y eso no es recomendable.