Humberto Veras Godoy, exdiputado local, fue quien tomó las decisiones en cuanto al estado de salud del hijo del exrector de la UAEH, luego que el muchacho fuera herido con tres impactos de bala. “Observé cómo era atendido por un grupo de médicos porque él estaba en estado de choque, por lo que solicitaban sangre y otros medicamentos, ya que estaba perdiendo una gran cantidad de sangre y los médicos trataban de detener la hemorragia sin éxito”, explicó al Tribunal de Enjuiciamiento.
Veras Godoy testificó que el muchacho de apenas 28 años, estaba en estado de choque, lo que significa que tenía la presión arterial baja y no tenía consciencia, por lo que fue trasladado al quirófano, donde murió. Lo anterior, tras señalar que es amigo de la familia y que el 23 de febrero de 2019 acudió al hospital tras recibir una llamada de Gerardo Sosa Castelán para que acudiera a Tulancingo porque su hijo había “tenido un accidente”, y también le instruyó apoyar en la toma de decisiones en el estado de salud de su hijo.
Junto con el exrector, también comparecieron como testigos vecinos de la comunidad donde ocurrieron los hechos, así como los peritos encargados de hacer el procesamiento del lugar, así como Adriana Sosa (hermana de la víctima). De los testimonios destaca que previo al día de los hechos, Fernando, el acusado, solicitó un préstamo por la cantidad de 15 mil pesos, mismos que pagó de manera incompleta y fue hasta que lo “acusaron” con su jefe (la víctima) que se saldó la deuda.
Los peritos dieron cuenta de los objetos hallados en el punto crítico, entre ellos un vidrio fragmentado, que era la ventanilla de la camioneta donde se trasladaba la víctima, así como cinco casquillos percutidos a una distancia de 13 metros del lugar donde todo pasó. Lo anterior, como parte de la audiencia de debate que se sigue por el delito de homicidio calificado en contra de Fernando N.N. quien fuera el administrador del rancho Yemila, propiedad de la familia Sosa, y lugar en el que la víctima recibió tres impactos de bala.