Con homilía despiden a Nuestra Señora de los Ángeles en la Villita

Blanca Soriano | El Sol de Hidalgo

  · viernes 12 de mayo de 2023

La Basílica Menor llevó a cabo liturgia en su honor/Eduardo de la Vega

Como parte de los festejos por tener de visita a Nuestra Señora de los Ángeles, en la Basílica Menor de Santa María de Guadalupe ubicada en Pachuca, se llevaron a cabo diversas actividades en su honor; fue despedida esta tarde con homilía.

La imagen de la patrona de la Arquidiócesis de Tulancingo, quien ha sido venerada desde 1770, llegó a 'La Villita' el 9 de mayo proveniente de la Parroquia de San Martín de Porres ubicada en la calle Reforma de la Colonia Céspedes, día en que centenares de feligreses asistieron a su veneración, la cual se extendió con Eucaristías, Rosarios y diversos festejos hasta este viernes 12 de mayo.

Por ello, con arreglos florales en mano, cantos, jaculatorias y amor, creyentes católicos llevaron la imagen de 1.75 de ancho por 2.80 de alto por el pasillo de la iglesia hacia una camioneta, en donde a pesar de las dificultades para subirla, los asistentes nunca perdieron el júbilo y la fe; ahora el destino de la Santa Madre es la Parroquia de Nuestra Señora de los Lagos en la colonia Chacón de Mineral de la Reforma.

En su paso por Pachuca, la Virgen Peregrina visitó diversos recintos religiosos, desde su llegada a la capital el 25 de abril, fue recibida por un grupo de fieles católicos en la entrada del Barrio la Españita y llevada a la Parroquia de la Asunción de María, ubicada en la plaza de la Constitución, lugar en donde estuvo dos días.

Posteriormente, mediante procesión, se hizo la entrega de la imagen al Barrio del Arbolito, donde fue acogida por los feligreses en la cancha del Pópolo y resguardada después en la Parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, ubicada en prolongación Provenir del mismo Barrio Mágico.

Otra de las sedes religiosas situada entre las céntricas calles de Pachuca que tuvo el honor de tener a la patrona de la Arquidiócesis de Tulancingo, fue la parroquia del Carmen, mejor conocida como ‘El Carmelito’, quien brindó abrigo a la advocación de María, llevando esperanza a todos los asistentes.

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