Si los productores de leche y queso quieren mayor calidad en ambos alimentos, el profesor e investigador de la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero (UPFIM), Filogonio Jesús Hernández Guzmán, recomendó implementar la técnica de mezclar el concentrado con el forraje, para que con menos lácteo elaboren un kilo de queso.
Debido a que no hay buena divulgación de la ciencia, dijo que esa preparación y estudio existe desde hace tiempo, “pero no lo conocen muchos de los que tienen vacas, suponen que nada más es tener al animal y alimentarlo y con eso”.
Refirió que la mayoría le da forraje a su ganado vacuno y cuando pasan al área de ordeña les alimentan con el concentrado (que compran en tiendas especializadas) en lo que extraen la leche, cuando lo correcto es combinar ambos.
“Mezclar el alimento (o concentrado) con el forraje es para que no disminuya la microbiota ruminal, al consumirlo la vaca lo transforma y la leche contiene más grasa y por ende se necesitará menos lácteo para producir un kilo de queso”, en comparativa dijo que se requiere en promedio 10 litros de leche para elaborar un kilo de queso, con la técnica que citó, se requerirán ocho litros.
Así lo han recomendado expertos, pero pocos productores lo saben.
La microbiota ruminal está hecha de bacterias, hongos y protozoos, ha conferido a los rumiantes la ventaja evolutiva de poder aprovechar la fibra vegetal a través de su metabolismo fermentativo. La fermentación de la fibra en el rumen provee de fuentes de energía mientras que la biomasa microbiana aporta la principal fuente de proteínas, informó el investigador del Conacyt.
También te puede interesar: Hacen el queso Oaxaca más grande de México
Comparó que una vaca de pastoreo en 100 mililitros de leche un 4% es grasa y 3.5% de proteína, mientras que las que solo comen concentrado disminuye hasta un 3% la grasa, la nata de la leche es más delgada y si un queso es grasa y proteína, pues e requiere de más leche para elaborar un kilo.