Con incertidumbre y preocupación por sufrir una nueva inundación, viven los habitantes del fraccionamiento Chapultepec, cada que llueve. Denunciaron que el bordo que protegía a la colonia del desbordamiento del Tula, fue destruido cuando se realizaron los trabajos de ampliación y rectificación del afluente, para hacer otro, pero la obra se abandonó. Y tienen un canal de desagüe pluvial azolvado.
Inhabitables quedaron una veintena de viviendas ubicadas en la zona más baja del fraccionamiento y otras tantas sufrieron severos daños, pero ante el riesgo de nuevas inundaciones, los propietarios se limitaron a retirar el lodo y muebles, electrodomésticos, ropa, menaje, libros, así como objetos decorativos y personales, convertidos desechos.
“Las personas no pueden regresar a sus viviendas ni arreglarlas. Necesitamos que alguien venga y nos dé una respuesta”, exigió Jesús Alejandro Navarrete Jiménez.
Dijo que la situación de la colonia es crítica, porque tienen una fosa de oxidación y el drenaje general, colapsados, hay un terreno baldío anegado que se está volviendo un foco de infección, no se han retirado árboles que fueron derribados durante la inundación y el canal de desague pluvial de la colonia Loma Blanca que atraviesa el fraccionamiento, está completamente azolvado.
Pero el mayor problema, refirió, sigue siendo el río Tula, asegura que en el caso esta colonia, las inundaciones son producto de una negligencia, porque cuando Conagua llevó a cabo los trabajos para ampliar el río Tula, derribaron el bordo de protección que tenía la colonia e hicieron otro, con un acceso, pero no se terminaron los trabajos y por eso se inundan.