Con la finalidad de evitar estafas o situaciones fraudulentas, los compradores de vivienda pueden solicitar información de las inmobiliarias para saber si tienen los suficientes requisitos legales para operar, y con ello, tener la certeza de invertir en una vivienda segura.
En la actualidad, la búsqueda de un inmueble expone a los interesados a múltiples engaños por parte de los agentes inmobiliarios o de las empresas de bienes raíces, por lo que los elementos que deben cuidar ya no solo se centran en tratar de invertir en una vivienda digna, bien localizada o hecha de buen material.
Por ello, para saber si una inmobiliaria es confiable, segura o verdadera, se pueden corroborar ciertos requisitos como la consulta de su RFC, para saber si la empresa está registrada debidamente ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; asimismo, se puede evaluar su reputación ante el Buró Comercial de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y darse una idea de la satisfacción de la demás personas.
Una vez que se tiene la seguridad de que la empresa de bienes raíces es fidedigna, cuenta con todos los permisos y está regulada, se recomienda a los compradores cierto tipo de acciones para evitar ser víctima por parte de agentes inmobiliarios; las medidas se centran en hacer caso omiso cuando los asesores pidan dinero por adelantado para iniciar los trámites o el cobro excesivo de los mismos.
En ese sentido, la población interesada se puede apoyar de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), que cuenta con un catálogo de asesores debidamente certificados, en el que tanto las empresas como los clientes, pueden solicitar información y su contacto.