¿Conoces la historia de estas edificaciones religiosas?

Aunque la iglesia de San Francisco de Asís es de las más reconocidas, no es la más antigua 

Gustavo Vargas

  · sábado 4 de marzo de 2023

Culminada el 15 de agosto de 1719, la iglesia de la asunción cuenta con 304 años de historia. / GUSTAVO VARGAS

La Parroquia de La Asunción es la edificación religiosa más antigua de Pachuca, es anterior a la de San Francisco de Asís; sin embargo, esta última es considerada como la de mayor reconocimiento en la capital del estado; construcciones eclesiásticas que como la del exconvento de San Miguel Arcángel en Ixmiquilpan, fueron concebidas entre otros propósitos con la finalidad de evangelizar.

LA GLESIA DE LA ASUNCIÓN TIENE MÁS DE 300 AÑOS DE VIDA

La construcción religiosa más antigua realizada en esta región, fue una ermita dedicada a Santa María Magdalena, edificada en 1534 en el área conocida como “terrenos de la república de indios de Pachuca”, ubicada cerca de lo que actualmente conocemos como Pachuquilla, se trataba de un templo modesto de una sola nave realizado con adobe y techo de tejamanil, el cual fue concebido bajo la advocación de "La Santísima Virgen en su Ascensión a los Cielos", imagen que poco a poco fue adoptada como patrona por los mineros.

Sin embargo, hacia el año de 1647, se decidió derribar ese edificio y se comenzó la construcción de la que ahora se ubica en el Centro de Pachuca, y que fuera culminada el 15 de agosto de 1719, convirtiéndose así, con sus poco más de 300 años de antigüedad, en la obra religiosa más longeva en la Bella Airosa.

Por lo que refiere a su arquitectura la Iglesia de la Asunción, como es comúnmente conocida, cuenta con una planta en forma de cruz con su eje longitudinal de poniente a oriente, la cual está cubierta con dos bóvedas separadas por arcos, con medias muestras, así como el de las dos columnas en que asientan, ambas bóvedas están decoradas con nervaduras que forman dos nichos cuadrados de diversas figuras geométricas.

El coro ocupa el primer espacio de la nave y es un tapanco de madera sostenido por viguetas transversales; en este espacio existen dos altares laterales, en tanto que en la segunda sala cuenta con un nicho en cada lado y una puerta que comunica a la capilla anexa.

LOS FRAILES DESCALZOS CONSTRUYERON EL EXCONVENTO DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

Construido por la comunidad religiosa de los frailes descalzos hacia 1596, el ahora exconvento de San Francisco de Asís, fue la séptima de 17 edificaciones religiosas creadas por una de las provincias de la familia Descalza, la de San Diego de México, por gestiones de fray Francisco de Torantos.

El convento pudo concluirse gracias a la limosna institucionalizada de los mineros del Real y subsistió además por otros donativos en especie.

Debemos a María Micaela Romero de Terreros, marquesa de San Francisco, el financiamiento de los crecimientos arquitectónicos más recientes del complejo. / GUSTAVO VARGAS

A finales del siglo 17 y sobre todo en el siglo 18 surgieron los Colegios de Propaganda Fide que eran institutos evangélicos de suma importancia económica, política, educativa, social y religiosa, ya que coadyuvaron en la expansión y consolidación de la corona española en el virreinato.

Con este objetivo, se crearon un total de 33 seminarios de ese tipo en toda la “América Española”, siete de ellos, en territorio mexicano, y aunque todos se gestaron en la rama franciscana observante, solamente uno, el de Pachuca, nació en la rama franciscana descalza.

Fue Fray José de Herize, vicario provincial de San Diego, a donde pertenecía Pachuca, que decidió que San Francisco se convirtiera en un Colegio Apostólico y Seminario de Misioneros, lo que obligó a mitigar el voto de pobreza entre sus moradores descalzos e hizo del austero edificio uno de los conventos más espaciosos y cómodos de toda la Colonia.

El más distinguido patrocinador de las ampliaciones fue el conde de Regla, Pedro Romero de Terreros, quien en 1771; sin embargo, tras su muerte, fue su hija, María Micaela Romero de Terreros marquesa de San Francisco, quien financió los crecimientos arquitectónicos más sustanciales del complejo, entre estos una enfermería y su capilla anexa, la botica, la ropería, dos amplias hospederías e introdujo además un sistema de agua potable al edificio.

Debido a las leyes juaristas de Reforma entre las que se encontraba la llamada de nacionalización de bienes eclesiásticos expedida el 12 de julio de 1587 y cuyo artículo 5 suprimía las órdenes religiosas toda hacienda religiosa pasó a manos del Gobierno Federal cumpliendo estos mandatos el 26 de mayo de 1860 cuando las tropas liberales del mando del General Antonio Carvajal y del General Cuellar, irrumpieron en el convento para desalojar temporalmente a los frailes de la casa franciscana; sin embargo, la exclaustración definitiva ocurrió en 1861.

EXCONVENTO DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL UN IMPONENTE MONUMENTO AGUSTINO

Edificado bajo las órdenes de Fray Andrés de Mata entre los años 1550 y 1560, el exconvento de San Miguel Arcángel, es una de las construcciones religiosas más importantes en el Valle del Mezquital.

El convento y templo estuvo a cargo de la orden Agustina casi 200 años hasta que, por falta de frailes, fue entregado a la Arquidiócesis de México a mediados del siglo 18 y fue hasta 1754 que tuvo su primer clérigo secular.

El templo de San Miguel Arcángel estuvo a cargo de la orden Agustina casi 200 años, hasta que, por falta de frailes, fue entregado a la Arquidiócesis de México. / OMAR SANTIAGO MAYOR

Más tarde, en 1818 fue elevada a Vicaría Foránea bajo la jurisdicción del Obispado de Tulancingo. Después pasó a la Diócesis de Tula, de quien depende hasta la fecha.

El edificio tiene en su planta arquitectónica varios elementos, entre estos una nave localizada del lado izquierdo, capillas adosadas con acceso desde el templo, capilla abierta al lado derecho y el Claustro; sin embargo, su pintura mural es hasta la fecha objeto de diversos estudios y opiniones, ya que contiene escenas de batallas con personajes indígenas; no obstante, lo que resulta inexplicable es que no representan ninguna imagen cristiana o bíblica y que están dentro del templo, considerándose como paganas.