El 5 de febrero de 1917 fue promulgada la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por el presidente número 42, Venustiano Carranza; es así como a partir de esa fecha hasta ahora se conmemora este importante hecho para los mexicanos.
En México, celebramos esta fecha, el primer lunes de febrero de cada año y la mayoría de las empresas, escuelas, bancos oficinas y gubernamentales están cerradas.
Esta Constitución fue derivada de los movimientos revolucionarios de 1910 y abrió paso a un nuevo movimiento social y político de México en el siglo XX.
Entre los principales logros de esta nueva constitución se encuentran: la no reelección del presidente, las garantías individuales; la división de poderes en Ejecutivo, Legislativo y Federal; dejó de existir la figura de Vicepresidente, entre varias otras.
Igualmente, se establecieron leyes en lo referente a la propiedad de la tierra; en el aspecto laboral y educativo, jornadas de trabajo de 8 horas y una educación laica y gratuita. La libertad de expresión es otro de los logros más importantes que se ven plasmados en esta Constitución.
A partir de su entrada en vigor, han sido varias las reformas que se la han hecho para mantenerla vigente de acuerdo a los cambios socioeconómicos en México y el mundo. Como la reforma realizada en 1953, que otorgó el derecho al voto a las mujeres.
Aunque hoy nuestra Constitución difiere en muchos aspectos de la concebida en 1917, continúa representando un baluarte de la democracia de nuestro país y una herencia viva de la lucha revolucionaria de nuestros antepasados.