Los inconvenientes de construir sobre o alrededor de Jales, acarrea un sinfín de problemas debido a que son suelos inestables y arenosos, además, si no se regula de manera adecuada, ocasiona problemas ecológicos, afectando la calidad del aire, lo que impacta en la salud de los habitantes.
Al respecto, Jesús Álvarez Espinoza, titular de la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano, Vivienda y Movilidad de Pachuca, indicó que cuando una construcción se lleva a cabo, se califica la calidad del suelo.
“Se requiere un tratamiento para construcción, cimentación, hasta alcanzar el nivel adecuado y que no haya daño estructural o agrietamientos… en este caso las características físico-mecánicas-geológicas de las arenas”, mencionó.
En ese sentido, informó que la Secretaría regula este tipo de licencias, solicitando al propietario una mecánica estructural y de suelos, para corroborar que cumpla con las características necesarias.
“En primera deben valorar y evaluar este tipo de suelo inestable, porque puede caer en riesgo el inmueble y también solicitar asesoría técnica, para que vaya apegada a los lineamientos de seguridad”, recomendó el titular.
Además, Álvarez Espinoza externó que para reducir el impacto ambiental, trabajan en coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnath): “El dictamen independiente del tipo de suelo, requiere las obras de mitigación del daño”.
Los Jales son apilamientos de material molido que sobra luego de que los minerales de interés han sido extraídos de las rocas; algunos elementos que los componen son óxido de silicio, cuarzo, magnesio, plomo y cobre, los cuales, al momento de dispersarse, dañan al ecosistema, explicó Isabel Lozano, ingeniera en Sistemas Ambientales.
“Entre las principales problemáticas ambientales se encuentra la generación de drenaje ácido y la dispersión hídrica, lo que contamina suelos, sedimentos, aguas superficiales y subterráneas, además, el riesgo de dispersión eólica libera especies químicas por efectos de lixiviación”, agregó.
Estos residuos mineros son mitigados mediante presas, las cuales son estructuras en donde se depositan los minerales sin valores, sin embargo.
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“Representan un riesgo potencial si llegan a tener un fallo… algunas fueron aprobadas a partir de la normatividad del 2003 por lo que algunos jales no están dentro de ellas”, expresó la ingeniera.
De acuerdo a los datos publicados por el INEGI mediante el Inventario de Pasivos Ambientales Mineros (PAM) del estado de Hidalgo, se determinaron, en noviembre del 2020, ‘Como riesgo alto en relación con la salud humana’, 582 de ellos, por lo que José Torres, médico general, aconsejó cubrir nariz, ojos y boca al estar cerca de ellos.
“Los que estén expuestos a este tipo de aire pueden presentar crisis en vías respiratorias superiores, asma, irritación ocular, dificultad para respirar, fatiga, tos y opresión en el pecho”, enlistó.