El comercio informal se ha convertido enuna forma de generar ingresos de muchoshabitantes de la capital hidalguense, tal esel caso de los vendedores que se ubicanafuera de la iglesia de la Asunción, quienes a punto de concluir el año, refierenpocas ventas.
“Se han venido abajo otra vez, no noshemos podido recuperar del todo…quizáes porque la gente pasa casi corriendo, nose paran a ver los productos, sólo algunosvienen directamente a comprarnos”, dijoGuadalupe, vendedora del lugar.
Con puestos de quesadillas, ropa y fruta, los vendedores se han instalado afuerade la barda perimetral del reciento religioso, que está ubicado entre los mercados Primero de Mayo y Benito Juárez, razónpor la que ahora los transeúntes ven limitado su paso:
“Abarcan toda la banqueta, no tenemos de otra que caminar por debajo y lascombis pasan como locas, de por si era inseguro pasar por aquí, con esto ahora espeor, pero entiendo que la gente necesitatrabajar, de algún modo tienen que sacardinero”, externó Bertha Rodríguez.
La barda perimetral fue puesta precisamente para que los vendedores no estuvieran en el lugar, sin embargo, se siguen colocando en la zona, situación queno les favorece: “Estaría bien que les pusieran un espacio, así venderían más y noestorbarían”, compartió Jaime Enríquez