En Tulancingo algunos pobladores compartieron las actividades que realizan durante el fin de semana. De acuerdo con sus testimonios algunas de estas las realizaban desde que eran solteros y ahora las llevan a cabo con sus familias.
Claudia Mendoza, originaria del municipio y quién ha vivido durante más de 40 años en la región, señaló que de joven, iba a la zona del ”Benito Juárez” en el jardín La Floresta echar novio o ver quién andaba con quién al salir de la escuela y en la misma etapa, comentó que lo más lejos que podían irse era a Ventoquipa “para pasar un rato agradable y disfrutar la naturaleza y poderse mojar sin pagar ni un peso”.
De la misma manera ahora con su familia e hijos, pasean en La Floresta para comerse un helado, ver la función de los payasos, pasar a comer los famosos tlacoyos y luego irse a su casa.
Ahora que ya es madre de un hijo de preparatoria puede decir que no ha cambiado mucho la rutina por hacer como jóvenes, su hijo también visita al famoso “alcahuete”, para chismear un rato y si llegan a organizarse para alguna actividad van a Ventoquipa.
Gloria Peña comentó que ella ha vivido más 50 años en Tulancingo, ella no puedo ir a la escuela por falta de recursos y cuando tuvo la oportunidad de empezar a salir era al Jardín La Floresta dar vueltas ver si había algo público y si había un poco de capital iban a dar la vuelta a Ventoquipa con su familia el cual no genera mucho gasto más que el pasaje y alguna golosina que compraban.
Carín Lemus compartió que él recuerda que sus “escapadas de escuela eran a la zona de Ventoquipa porque no había mucho presupuesto entre sus compañeros y que recuerda que con su familia era una tradicional de todos los domingos bajar a el Jardín La Floresta para comerse un helado, comprar sus pendientes o materiales de la escuela y antes se que bajara la noche, regresar a su casa para descansar”.
Y la generación actual visita el jardín para distraerse y poder tener un tiempo de platicar y disfrutar de un rico helado.
Por último, Luis Carlos recuerda que de chicos con su mamá visitaban al jardín, porque lo que tenían a su alcance y aparte queda muy cerca de su domicilio, para poder aprovechar y ver algún espectáculo de payasos y regresar a su casa, y cuando a su papá le iba bien podían salir a distraerse a Ventoquipa para jugar una cascarita con los primos y tíos y llevaban sus tías y mamá desde casa algo ya para comer y no gastar mucho y aprovechar para meterse al agua.