Jóvenes emprendedores de Zempoala crearon la sal de chinicuil, cuya producción es de 10 kilos y, por el momento la distribuyen en algunos restaurantes de la zona metropolitana de Pachuca.
El proyecto lo inició Miguel Reyes, de profesión ingeniero industrial y creador, desde hace dos años de la sal de chinicuil, posteriormente invitó a otro amigo, quien fue encargado del diseño del etiquetado y ya con marca registrada “Don Ponchito”.
La idea nació a partir del contacto con sus amigos de Oaxaca, quienes elaboran mezcal y sal de gusano del agave, cuyo sabor es distinto, entonces surgió hacer la sal pero de chinicuil, la cual es combinada con sal de mar por ser menos dañina, así algunos chiles, especias y cítricos, estos dos últimos ingredientes son la receta secreta de este producto cien por ciento hidalguense.
Es una producción cien por ciento artesanal y para los restaurantes se vende en presentación de un kilo, para otros locales se ofrece en peso de medio kilo, un cuarto, 125 o 50 gramos.
En Zempoala ha tenido buena aceptación, pues ya empieza a ser conocida para sazonar esquites, pozole, elotes hasta las clásicas bebidas de cerveza convertidas en micheladas, ya que es escarchada con esta sal.
Debido a que el chinicuil es de temporada de lluvias, se recolecta en esa etapa y se congela para el resto del año. Este proceso no perjudica para nada, incluso, potencializa el sabor, compartió Miguel.
A partir de enero de 2023 exportarán a Carolina del Sur, en Estados Unidos, así como a Reino Unido. En el primer lugar será para algunos restaurantes cuyo propietario es mexicano y, en el segundo, se ofrecerá en dos tiendas de autoservicio donde el 50 por ciento de empleados, son también de México.
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Igualmente está apostando al maguey, planta en la que se nace y se cría el gusanito del chinicuil. Tienen reforestado una hectárea en la Hacienda Tecajete, así como tres mil 500 plantas de maguey ojuelo y un vivero con 40 mil plantas.