Sergio Alberto Mendoza Álvarez, académico del posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, afirmó que es durante los periodos vacacionales, en diciembre y verano, que las personas suelen aumentar de tres a cinco kilos de peso y con ello incrementar sus niveles de colesterol y ácido úrico, debido al descontrol en la dieta y al mayor consumo de alimentos ricos en grasas y carbohidratos.
El también investigador mencionó que un parámetro que emplean es la hemoglobina glicosilada que se ve alterada, pues las vacaciones de verano son, incluso, una temporada más larga de asueto, que puede ser un mes o dos. Esta prueba mide el nivel promedio de glucosa o azúcar en la sangre durante los últimos tres meses.
“El otro factor es la hiperuricemia, que es la elevación del ácido úrico en la sangre, también por el alto consumo de carne. La gente está acostumbrada a que en las vacaciones hace carne asada en el jardín, sale con los amigos y la familia, comen la cecina con alto contenido de sodio, la arrachera, entre otras”.
El especialista en Medicina Interna, destacó que en México las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte, incluyen la diabetes, hipertensión, insuficiencia renal crónica, razón por la cual es importante que la población conozca sus riesgos y, sobre todo, tener buenos hábitos alimenticios.
Destacó que la Organización Mundial de la Salud considera que México es un país mayormente mal nutrido y ocupa el primer lugar en obesidad infantil. Las dietas deficientes provocan malnutrición en la primera infancia: 44 por ciento de los niños de seis a 23 meses de edad no consume frutas ni verduras y 59 por ciento no come huevos, leche, pescado ni carne.