Cuando donar órganos no es voluntario

Sol de Tulancingo

  · sábado 6 de octubre de 2018

Josefina Alberú Gómez y Judith González Sánchez.

Tulancingo, Hidalgo.- El comercio de órganosexiste, pero debemos olvidar esas historias sobre personas queamanecen en la tina del baño de un hotel, sumergidas en hielos ycon un órgano menos; esas son historias de alarma, dice la doctoraJosefina Alberú Gómez. Robar un órgano de esa manera no esviable. Para realizar un trasplante se necesita conocer el estadoclínico del donador, su tipo de sangre y su compatibilidadinmunológica con el posible receptor; esto requiere estudioslargos y complejos. Lo que sí existe son las redes internacionalesque se aprovechan de las necesidades económicas de las personas encomunidades vulnerables y les ofrecen dinero o las extorsionan paraque acepten "donar" un órgano.

Josefina Alberú es presidenta de laSociedad Mexicana de Trasplantes y es integrante del Departamentode Trasplantes del Instituto Nacional de Ciencias Médicas yNutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ). Ella misma ha realizadonumerosos trasplantes de riñón y sabe que desde la década de los90 los trasplantes han sido víctimas de su propio éxito, pues lacapacidad de un trasplante para alargar la vida de un paciente enestado terminal generó una gran demanda de órganos, que superapor mucho la capacidad de suministro que tienen los sistemas desalud en el mundo.

"Hay un desequilibrio entre elnúmero de órganos que están disponibles para donación y elnúmero de personas que requieren un trasplante. Las cifrasactuales indican que, para todos los órganos, solo se puede cubrir10 por ciento de las necesidades mundiales de trasplantes. Estoocasiona que los órganos se vuelvan objetos rentables,susceptibles de ser vendidos", comenta Josefina Alberú.

La experta explica que a finales delsiglo pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) tuvo quereprobar enérgicamente las prácticas de comercialización detrasplantes, que utilizaban a las personas y sus órganos como unamercancía para conseguir ganancias económicas. En 1987, la OMSprohibió el comercio de órganos de cualquier tipo, y variospaíses, incluido México, plasmaron en sus legislaciones negativastajantes a cualquier tipo de comercialización en trasplantes, peroel mercado ilegal de órganos nació y también las redesinternacionales de tráfico de órganos.

Estas redes buscan a personas debajos recursos y les ofrecen una compensación económica por"donar" uno de sus órganos. Después arreglan que el donador viajeal lugar de origen del receptor, que el receptor viaje al lugar deorigen del donador o que ambas personas viajen a un tercer paísdonde generalmente no existen las condiciones para realizar unavigilancia estricta. (Agencia Informativa Conacyt)

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