Ayer, se realizó la Misa Solemne de Miércoles de Ceniza, fue presidida por el Arzobispo Domingo Díaz Martínez. La actividad se desarrolló en la Catedral Metropolitana de Tulancingo, donde se permitió un aforo del 25 por ciento.
Monseñor y los integrantes del Presbiterio, usando cubrebocas y después de lavarse las manos, bendijeron la ceniza.
El Prelado se dirigió a los presentes diciendo la fórmula del Misal Romano: “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”. Posteriormente, dejó caer la ceniza sobre la cabeza de los fieles que, siguiendo las medidas sanitarias, se acercaron para recibirla. Así comenzó el tiempo de Cuaresma.
Don Domingo Díaz, pidió ocupar los 40 días previos a Semana Santa para sanar el alma y el cuerpo, que en tiempos de pandemia ayudan a que exista una Iglesia sana y saludable.
Durante la celebración se cuidaron las medidas de prevención: uso de gel y cubrebocas, sanitización del lugar y cuidar la sana distancia entre los asistentes.
Don Domingo Díaz Martínez exhortó a hacer oración, practicar el ayuno y promover la caridad.
La Eucaristía fue en concordancia a la modificación del rito para el tiempo de pandemia emitido por la Santa Sede.
Debido a las distintas realidades de las parroquias en territorio arquidiocesano, la imposición de ceniza se lleva a cabo en espacios abiertos y al interior de templos, cuidando el control de aforo.
Algunos sacerdotes optaron por repartir ceniza en bolsitas para que la celebración se realizara en familia, siguiendo las celebraciones virtuales o apegados a un manual expedido previamente por las parroquias
A la par de esta celebración, previamente se promovió la participación en línea y la debida instrucción a los agentes de Pastoral para la imposición en comunidades.