En Tulancingo, hay al menos cuatro cuevas en distintas partes del municipio, una de estas es subterránea.
El municipio está rodeado de montañas y cerros, lo que lo convierte en un Valle lleno de lugares naturales poco explorados e incluso escondidos del ojo humano, alguno de estos son las siguientes cuevas que guardan mucho de su tiempo e historia y a continuación enlista El Sol de Tulancingo para ti.
Para esto nos remontamos a la prehistoria de Tulancingo, la primera en la lista; la más famosa, la que muchos desean conocer, cuya entrada es difícil encontrar, es La Cueva del Chivo; que se sitúa en el Cerro de Napateco.
De acuerdo con testimonios de habitantes (Napateco), la narrativa consiste en aquellas personas avariciosas que buscan hacerse de una inmensa fortuna rápida e inmediata deben caminar y entrar hasta la abertura de las rocas con mucho valor.
Por otra parte, viajeros que crean contenido en YouTube han dado cuenta de que a las afueras de la Cueva del Diablo hay muchos altares y ofrendas para poder simpatizar con el Maligno y recibir favores; algunos hallazgos son figuras demoníacas, veladoras y hasta señas de sacrificios animales.
También en la misma zona, pero a varios kilómetros del lugar se encuentra otra cueva que tienes miles de años de antigüedad, y que probablemente podría ser la más antigua de la región, se trata de la cueva “Del Tiempo” ubicada en la recientemente nombrada Zona de Monumentos Arqueológicos de Huapalcalco, sitio que es resguardado por el INAH. En este espacio se puede vislumbrar el solsticio de invierno.
En este espacio también hay dos pies de cueva, en una de estas fueron descubiertos restos óseos que podrían ser los más antiguos del estado e incluso del continente, según antropólogos investigadores del INAH.
Otro cuerpo roco más que hay en el municipio y que incluso ha sido considerado para practicar turismo espeleológico es la Cueva del Quebracho, se trata de un tubo volcánico ubicado en el ejido Mimila, alcanza hasta 10 metros de altura en algunos trechos de los más de 400 metros lineales hasta el momento explorados, en cuyos muros se observan cruces de cal y otras pintas.
En Febrero del 2023, Amiel Nieto Torres, quien es vulcanólogo investigador de UNAM, destacó que se trata de un tubo de lava de más de dos millones de años de antigüedad, sin embargo, la estructura se encuentra estable, por lo que permitiría la exitosa operación turística e incluso convertirse en una cueva incluyente para adultos mayores y/o sillas de ruedas.
Por último, también está la cueva de Solís, se trata de una pequeña caverna ubicada en el cerro en Huajomulco, en sus paredes se encuentran unas pequeñas pinturas rupestres. Según relatos del lugar, en el siglo XIX una banda de salteadores cuyo jefe se apellidaba Solís, azotaba la región de Pachuca, Real del Monte y Singuilucan se cuenta que el botín de lo robado lo escondían en la cueva.
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Las cuevas de la ZMA de Huapalcalco están protegidas por el INAH. / Eduardo Islas